El Arzobispo Metropolitano de San Juan, Roberto Octavio González Nieves insistió el lunes al pueblo a que se vacune contra el COVID-19.
“La Arquidiócesis de San Juan de Puerto Rico, haciéndose eco de las acciones y expresiones del Papa Francisco, favorece que la feligresía y el pueblo se vacunen contra el COVID-19 con las tres vacunas actualmente aprobadas por la FDA. Vacunarse en esta pandemia es un acto de amor y de salvar vidas. Tan es así nuestro compromiso que algunas de nuestras parroquias funcionan como centros de vacunación. Nuestra exhortación es a vacunarnos en Puerto Rico cuanto antes para alcanzar la inmunidad colectiva. No vacunarse, con la excepción de una grave razón médica, es poner en peligro la vida del prójimo lo cual considero un acto de irresponsabilidad.
Decía el Papa Francisco en una entrevista de televisión días antes de vacunarse: “Creo que éticamente todo el mundo debería vacunarse. Una elección ética porque estás jugando con tu salud, con tu vida, pero también estás jugando con la vida de los demás”.
La doctrina católica no prohíbe la vacunación contra el COVID-19 mediante estas tres vacunas que la FDA ya han autorizado su uso de emergencia. Es decir, un católico no puede apelar a su fe católica como justificación para no vacunarse. A mi juicio, ningún sacerdote, diácono o representante de la Iglesia fundamentándose en la doctrina de fe Católica podrá recomendar o juramentar que un fiel católico sea eximido de la vacuna por ser católico. No obstante, reconocemos su derecho a ser objetor por conciencia y a estar dispuesto a enfrentar las consecuencias de su acción.
Me parece que la determinación del gobierno central de exigir a sus empleados que presenten evidencia de vacunación o en su defecto, de someter pruebas semanales que evidencien resultados negativos al COVID-19 es una correcta para proteger la vida humana y su salud”, dijo González Nieves en comunicación escrita.