Tras un año y medio de educación a distancia, Robinson School recibió a sus estudiantes de forma presencial el pasado lunes, 9 de agosto.
Los estudiantes, al igual que los maestros y el personal administrativo, deberán cumplir con el protocolo de prevención de COVID-19 que considera las recomendaciones del Departamento de Salud de Puerto Rico, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), así como medidas adicionales que buscan proteger y mantener la buena salud de toda la comunidad escolar.
“Robinson School reanudó las clases presenciales siguiendo estrictamente las recomendaciones establecidas por las autoridades de Puerto Rico. Para nosotros es importante que nuestros estudiantes disfruten de una experiencia de desarrollo académico y sociocultural completa; la interacción y colaboración es clave para lograrlo. Nos hemos preparado por los pasados meses para que nuestro personal y el plantel estén listos para proveer esas experiencias en un ambiente seguro y limpio. Nuestros estudiantes y sus padres pueden tener la certeza de que su seguridad y salud son prioridad para todos en Robinson”, afirmó la directora Cindy Ogg.
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Según el protocolo del colegio, será un requisito para el estudiantado, maestros y administración, completar una evaluación previa de salud a través de la aplicación Fever Free y tomarse la temperatura a diario, usar la mascarilla y asegurar el distanciamiento físico en todo momento.
“La cultura educativa vanguardista de Robinson School ha permitido que los retos que ha generado la pandemia puedan ser manejados eficazmente. Durante el pasado año y medio nos hemos enfocado en revisar y mejorar nuestros protocolos y recursos existentes, y prepararnos para lo que el futuro pueda traer”, añadió Cindy Ogg.
Entre las mejoras realizadas se encuentra la habilitación de nuevos espacios para impartir clases y nuevo mobiliario que facilita el distanciamiento físico sin dejar de promover la colaboración entre estudiantes y maestros. También se reemplazaron las fuentes de agua por estaciones para llenar recipientes propios y se instalaron lavamanos adicionales en espacios comunes para reforzar las medidas de higiene personal.