Afganistán. Los combatientes talibanes han barrido recientemente el país tomando el control de pueblos y ciudades. Para saber más sobre lo que se puede esperar en el futuro, Metro habló con Gil Barndollar, investigador principal del Centro para el Estudio del Estadismo de la Universidad Católica de América con sede en Washington D. C.
Análisis. Según Gil Barndollar, el gran reto al que se enfrenta el movimiento islamista y la organización militar es el reconocimiento internacional.
Estados Unidos. La administración de Joe Biden pretende conseguir una evacuación pacífica de sus aliados.
P: El colapso final de la misión de 20 años en Afganistán se produjo en un solo día. ¿Cómo de perjudicial es la situación para la administración Biden?
– Creo que el hecho de no haberse preparado para el peor de los casos refleja muy mal a la administración Biden. Poner fin a una guerra perdida siempre iba a ser difícil e imperfecto, pero la retirada no tenía por qué ser tan caótica y desordenada como lo fue. Prácticamente nadie preveía que el gobierno afgano se derrumbara tan rápidamente; incluso los analistas más pesimistas esperaban que el gobierno mantuviera el control de Kabul durante unos meses. Pero parece que los planes de contingencia fueron mínimos. La administración también fue vergonzosamente lenta en su intento de agilizar la tramitación de los visados especiales de inmigrante para los afganos que trabajaban para el gobierno de Estados Unidos.
P: ¿Cómo se resolverá, en su opinión, la mayor crisis de su presidencia?
– La guerra ha terminado y los talibanes han ganado. El éxito, de aquí en adelante, sería una evacuación pacífica de todos los estadounidenses en Afganistán y del mayor número posible de colaboradores afganos (intérpretes y otros empleados del gobierno estadounidense).
P: ¿Qué se puede esperar de la segunda era del gobierno talibán?
– No está claro cuánto han cambiado los talibanes, si es que lo han hecho, respecto a la primera encarnación del Emirato Islámico de Afganistán hace 20 años. Sin embargo, el acercamiento de los talibanes a estados vecinos como Rusia y China, y la relativa calma que reina en Kabul hasta ahora, sugieren que el nuevo régimen podría al menos intentar evitar el estatus de paria internacional. De ser así, se trataría de una influencia moderadora, al menos en lo que respecta a las relaciones exteriores (no albergar a terroristas transnacionales).
P: ¿Cuánto tiempo podría durar? ¿Por qué?
– No me atrevo a especular, pero parece que la oposición armada al gobierno talibán es mínima en estos momentos. Tanto las fuerzas gubernamentales como las milicias antitalibanes simplemente se han rendido en masa o han desaparecido.
P: Háblenos de la situación actual del país.
– Los talibanes, por ahora, han comprado o coaccionado a todas las fuerzas enemigas potenciales de cualquier tamaño. Puede que haya algunas escaramuzas dispersas todavía, pero los talibanes gobiernan ahora Afganistán y dictarán las condiciones en consecuencia.
P: ¿Qué podemos esperar en el futuro?
– Todo depende del grado en que los talibanes quieran ser al menos un país seminormal, con un amplio reconocimiento internacional y la posibilidad de recibir ayuda y comercio exterior. ¿Triunfará ese deseo sobre los objetivos teológicos y culturales del movimiento?
LÍNEA DE TIEMPO TALIBANES
1996 Los talibanes toman el control de Kabul e instalan su emirato islámico.
2001 La OTAN invade el país y el gobierno talibán es depuesto, quedando una administración provisional al mando del país.
2004 El gobierno respaldado por Estados Unidos toma el mando en Afganistán.
2021 Tras el retiro de las tropas internacionales del país, el 15 de agosto los talibanes toman la capital.
