Las autoridades británicas han decidido no exigir pasaportes de vacunación COVID para entrar en clubes nocturnos y otros eventos multitudinarios en Inglaterra, en medio de la oposición de algunos de los partidarios del gobierno conservador en el Parlamento.
El ministro de salud Sajid Javid dijo el domingo que el gobierno ha archivado la idea de los pasaportes de vacunación por ahora, pero que podría reconsiderar la decisión si los casos de COVID-19 vuelven a aumentar exponencialmente.
“Lo hemos estudiado bien y, aunque debemos mantenerlo en reserva como una opción potencial, me complace decir que no vamos a seguir adelante con los planes de pasaportes de vacunas”, dijo Javid a la cadena BBC.
Tanto el ministro de vacunas del gobierno como el secretario de cultura habían insinuado hace apenas unos días que los pasaportes de vacunas seguirían siendo necesarios, a pesar de la creciente oposición de los legisladores.
En particular, los miembros del Partido Conservador se han opuesto a estos pasaportes por considerarlos una carga inaceptable para las empresas y una violación de los derechos humanos de los residentes.
La idea de exigir a las personas que muestren una prueba de vacunación o un resultado negativo reciente de COVID-19 ha resultado incómoda para muchos en Gran Bretaña, donde generalmente no se exige a las personas que lleven documentos de identificación.
Otros países europeos están utilizando documentos similares que muestran el estado de vacunación de las personas como forma de reabrir la sociedad, aunque las normas varían mucho. Cada uno de los 16 estados de Alemania tiene normas ligeramente diferentes sobre lo que se requiere, pero en general se exige a las personas que muestren un test negativo, una vacuna o un certificado de recuperación antes de que se les permita participar en cenas en interiores, o para beber o bailar.
En Francia se exigen pases para frecuentar bares, cafés, restaurantes, museos y otros lugares donde se reúne el público y para los viajes de larga distancia en autobuses, trenes y aviones. En Italia, donde las discotecas no han vuelto a abrir desde el inicio de la pandemia, se exigen los llamados pases verdes para cenar en interiores, asistir a un concierto o para los viajes nacionales en trenes, autobuses, aviones o transbordadores, aunque el transporte local está exento.