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Leve progreso en el uso de los fondos CDBG-DR asignados tras el huracán María

A pesar de las restricciones burocráticas eliminadas a inicios de año, el Departamento de Vivienda apenas ha desembolsado el 4.3% del dinero disponible.

Si bien el desembolso de fondos de los programas de la Subvención de Bloque para Desarrollo Comunitario tras Desastres (CDBG-DR) continúa a paso de tortuga, el secretario de Vivienda, William Rodríguez, expresó optimismo ante los resultados que se han visto el último año y puntualizó la expectativa de que se habrá utilizado la totalidad del dinero antes de que expire en 2026.

De acuerdo con los datos provistos por el Departamento de Vivienda, de los casi $10,006 millones disponibles de fondos CDBG-DR, $3,887 millones (38.8%) ya han sido comprometidos a proyectos específicos. Sin embargo, apenas $430 millones (4.3%) ya fueron desembolsados por trabajos completados.

Rodríguez, al evaluar la ejecución gubernamental con una de los dos grandes bloques de fondos de recuperación –junto a las asignaciones de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias–, enfatizó que hasta finales de 2020 tanto la administración de Donald Trump como el gobierno estatal mantenían una serie de restricciones que “impedían” el acceso al dinero asignado por el Congreso tras los huracanes Irma y María hace cuatro años.

“Cuando yo llegué (a la jefatura de Vivienda) me di a la tarea de reunirme con los alcaldes, que son un elemento muy importante, de empezar a flexibilizar los distintos programas, de hacer ese ‘housekeeping’ (limpieza), eliminar la burocracia que teníamos. Igual que todos los puertorriqueños, yo venía con las ideas de lo que debíamos hacer y quizás impedía el movimiento. Pero las restricciones eran el impedimento mayor y por eso hay un aumento progresivo que se va a seguir viendo en la ejecución de cada uno de los programas”, sostuvo Rodríguez en entrevista con Metro.

El funcionario destacó que el dinero gastado representa casi el triple de los desembolsos que se habían hecho al concluir el 2020, poco más de $150 millones. En el caso de las obligaciones (dinero comprometido) se observa un patrón similar en los pasados nueve meses, al haber incrementado de $1,500 millones a los $3,887 millones actuales.

“Nosotros nos establecemos unas metas para cada uno de los programas. Aparte de eso, creamos distintas divisiones para atender los distintos subrecipientes que tenemos y todos tienen necesidades distintas y hemos estado dando herramientas. Primero, eliminando requisitos que eran autoimpuestos y modificando. Mejoramos la relación con el gobierno federal y restricciones federales. Con las restricciones no hubiese forma de que llegáramos (a usar el dinero) al 2026 porque no teníamos acceso a los fondos”, sentenció el secretario, quien apuesta a un incremento “exponencial” en el uso del dinero en los próximos años.

Para la distribución de los más de $10,000 millones en fondos CDBG-DR, el Departamento de Vivienda creó cinco grandes categorías o “sectores”: desarrollo económico, infraestructura, vivienda, planificación y multisectorial, que se suman a los gastos administrativos. De los cinco sectores, el de vivienda es el que incluye los programas con la mayor cantidad de fondos, ascendentes a $4,892 millones, incluyendo la asignación de $3,219 millones para el componente de Reparación, Reconstrucción y Relocalización de hogares, mejor conocido como R3.

De los $430 millones gastados hasta el momento, $280 millones corresponden, precisamente, al componente de vivienda, seguido de casi $68 millones en gastos administrativos. En iniciativas de desarrollo económico, infraestructura y planificación se han desembolsado $51 millones, $24 millones y $7 millones, respectivamente.

A la vuelta de la esquina fondos de mitigación

Al tiempo que busca la fórmula para acelerar el uso de los fondos CDBG-DR, Rodríguez espera por que, a fines de este año, el Departamento de Vivienda federal (HUD) haga disponible el paquete de $8,285 millones en fondos de mitigación de riesgos, conocidos como CDBG-MIT.

“Estamos en el proceso competitivo de para contratar al ‘grant manager’ (administrador de la subvención). Aparte de eso, estamos en proceso de cumplir con HUD con todas las certificaciones que nos solicitan en términos de ‘procurement’ (compras), financiero y otras áreas operacionales”, dijo sobre el bloque de CDBG-MIT, cuyo plan de acción ya fue autorizado por HUD.

Entre las prioridades para el uso de esta asignación, Rodríguez mencionó atender las comunidades en zonas susceptibles a daños severos por desastres naturales, como las áreas inundables o propensas a deslizamientos. Además, sostuvo que prestarán particular atención a los municipios más afectados por los terremotos de 2020.

“Como sabemos, no hubo una asignación bien grande como la que hubo para los huracanes Irma y María, sino una asignación bien limitada a unos $36 millones a unos municipios particulares y sabemos que la necesidad es mayor” en la región suroeste, subrayó el secretario de la Vivienda.

En términos de la infraestructura, Rodríguez enumeró como prioritarios proyectos para controlar la erosión costera, inundaciones y deslizamientos, así como para crear vías de escape a comunidades en zonas de mayor riesgo.

Aunque los fondos CDBG-MIT, cuya vigencia se extiende por 12 años, también podrían utilizarse para reubicar comunidades localizadas en las áreas de mayor riesgo y Rodríguez indicó que Vivienda ya ha identificado algunas, insistió que solo se recurrirá a esta alternativa luego de agotar todas las posibilidades.

“Por ejemplo, si en alguna comunidad que está inundándose tenemos una alternativa de un dique, en vez de reubicar la comunidad, pues vamos a hacer la evaluación del dique, si es costo razonable. HUD nos pide un análisis de costo beneficio y, lo que resulte de ese proceso de planificación, ahí tomamos la determinación de si la construcción del dique es la alternativa o la relocalización. Yo no creo en el desplazamiento de comunidades”, planteó Rodríguez.

Posteriormente, el último bloque de fondos CDBG relacionados con las emergencias de los huracanes Irma y María serían unos $1,900 millones para atender la infraestructura eléctrica. El periodo de comentarios públicos sobre el plan de acción para esta asignación abrirá en noviembre y se extenderá por 45 días, con la expectativa de poder someterlo a HUD en enero de 2022.

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