Cientos de salvadoreños salieron el domingo a las calles de la capital salvadoreña en una nueva protesta contra el gobierno del presidente Nayib Bukele y como rechazo a lo que consideran un irrespeto a la separación de poderes en la nación centroamericana.
Es la segunda protesta que se realiza contra la administración de Bukele, quien asumió el 1 de junio de 2019 para un periodo de cinco años. En la marcha participaron grupos feministas, estudiantes universitarios, ambientalistas, sindicatos, defensores de los derechos humanos, veteranos de guerra, activistas LGTBI, dirigentes de organizaciones de la sociedad civil y miembros de partidos políticos opositores.
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Los diversos grupos convergieron en el parque Cuscatlán, desde donde marcharon portando sendos carteles en los que expresaron su rechazo a Bukele y a sus políticas económicas, incluida la puesta en marcha del bitcoin como divisa de curso legal.
“Bukele está destruyendo la democracia en nuestro país, está hundiendo al pueblo salvadoreño en la pobreza… marchamos contra las medidas antipopulares” del gobierno, dijo Eugenio Chicas, diputado electo del Parlamento Centroamericano, del izquierdista Frente Farabundo Marti para la Liberación Nacional (FMLN).
Algunos de los manifestantes gritaban “Bukele dictador”; otros preguntaban ¿Cuál es la ruta? y respondían “Sacar al dictador”.
En su cuenta de Twitter, Bukele publicó vídeos en los que se observa cómo algunos manifestantes agreden a una persona que les recriminó lo que estaban haciendo. “Nunca entenderé por qué los manifestantes odian tanto al pueblo que dicen defender”, escribió el mandatario.
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También censuró que estén “acarreando ancianos, que no saben ni el propósito de la marcha, en plena pandemia. ¿Por qué odian tanto a nuestro pueblo? Qué bueno que fracasó su marcha, tal vez cambian y dejan de tratar así a nuestra gente más humilde”, agregó.
Bukele ha tratado de ridiculizar a sus opositores y ante los señalamientos en su contra de que es un líder autoritario se autodenominó recientemente en su cuenta de Twitter como el “dictador más cool del mundo mundial”. De acuerdo con recientes encuestas realizadas por la Universidad José Simeón Cañas (UCA) y el periódico La Prensa Gráfica —críticos al gobierno— Bukele aún goza del respaldo mayoritario de los salvadoreños.
Los manifestantes exigieron que se restituya a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y al fiscal general destituidos el 1 de mayo. También pidieron que no se aprueben las reformas a la Constitución que promueve el gobierno, que no se avale la reelección presidencial y se deroguen las reformas a la ley de la carrera judicial que facilita a la Corte Suprema de Justicia trasladar o despedir a jueces o magistrados.
Muchos de los manifestantes vestían camisas blancas o negras que decían “NO al Bitcoin”, y exigieron que se derogue la ley mediante la cual que puso en vigor el uso de la criptomoneda.
El 7 de septiembre, El Salvador se convirtió en el primer país en adoptar el bitcoin como criptomoneda de curso legal y que puede ser utilizada en cualquier transacción. Salvo los que carezcan de la tecnología para hacerlo, todos los negocios deben aceptar pagos en esa moneda digital.
No se reportaron incidentes mayores, aunque automovilistas generaron tensión al cruzar el trayecto de la marcha mientras que en la plaza central de la capital un hombre vestido con ropas militares quemó llantas y un muñeco con la N, del partido Nuevas Ideas del presidente Bukele.
Unidades combinadas de la policía y de la fuerza armada montaron retenes en diferentes puntos del país y en las entradas a la capital salvadoreña, donde realizaron minuciosos registros a los autobuses como medidas de seguridad, según las autoridades.
La Policía Nacional Civil informó en su cuenta de Twitter que en los registros “se incautó una serie de objetos peligrosos y artefactos explosivos a supuestos manifestantes que se dirigían esta mañana a la capital”.
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