Asesores influyentes del gobierno de Estados Unidos analizaban el jueves cuál es la mejor manera de ampliar la campaña nacional de vacunaciones de refuerzo, lo que incluye la cuestión de si conviene mezclar las marcas de vacunas para la dosis adicional y cuándo.
Los asesores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) discuten quiénes deben recibir dosis adicionales de las vacunas de Moderna o Johnson & Johnson y el problema más espinoso de si la dosis de refuerzo puede ser de una marca distinta que la vacuna original.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó los dos pasos el miércoles como parte de una campaña federal para ampliar el acceso de la gente a la dosis de refuerzo, pero los CDC, con la asesoría del panel, tiene la última palabra.
Unos dos tercios de los estadounidenses aptos para recibir vacunas contra el COVID-19 ya están vacunados y millones más han recibido dosis adicionales de la vacuna de Pfizer después que la FDA y los CDC la autorizaron el mes pasado. Si bien las autoridades de salud esperan que las dosis adicionales refuercen la inmunidad menguante contra las infecciones más leves del coronavirus, las vacunas ofrecen fuerte protección contra la hospitalización y la muerte y la prioridad sigue siendo dar la primera dosis a los que aún n se han vacunado.
“Para la mayoría de los individuos, en la mayoría de las circunstancias, la vacuna puede prevenir la muerte de COVID-19”, dijo el doctor Matthew Daley, de Kaiser Permanente Colorado, asesor de los CDC.
La reunión del jueves debe tomar decisiones difíciles, como la del panel que decidió sobre los refuerzos de Pfizer. Se recomendaron esos refuerzos para personas mayores de 65 años, residentes de asilos de ancianos y adultos más jóvenes con riesgo de contagio debido a sus problemas de salud, su trabajo o las condiciones de vida. Esto incluye a los trabajadores de la salud, docentes, personas encarceladas o en refugios para indigentes.
La FDA aprobó la media dosis de refuerzo para los mismos grupos, seis meses después de la última inyección, pero para la vacuna de una dosis de J&J, la FDA dijo que los vacunados en Estados Unidos sólo deben esperar dos meses después de la vacunación inicial.
La agencia dijo que cualquier adulto que haya recibido la vacuna de J&J debería recibir el refuerzo, ya que las investigaciones revelan que la dosis única de J&J es mucho menos efectiva que las de Pfizer o Moderna, de doble dosis.
En cuanto al problema de la mezcla, la FDA determinó que cualquier persona apta para recibir el refuerzo puede recibir cualquiera de las tres marcas autorizadas en el país. La FDA destacó la conveniencia de poder conseguir cualquier refuerzo de que disponga una farmacia o clínica, sobre todo en asilos para ancianos y otros marcos institucionales donde los residentes hayan recibido distintas vacunas.