Japón adoptó el viernes una nueva política de energía que promueve las energías nuclear y sostenibles como fuentes de energía menos contaminante para ayudar a conseguir el objetivo de lograr la neutralidad de carbono en 2050.
El nuevo plan de energía, adoptado por el gabinete justo a tiempo para la cumbre climática de la ONU en noviembre, llama a aumentar drásticamente el uso de energía renovable para reducir el consumo de combustible en la próxima década, mientras Japón trabaja para cumplir su ambicioso objetivo de reducción de emisiones.
Japón ha estado indeciso sobre qué hacer con su industria de energía nuclear desde el desastre de la planta de Fukushima en 2011. Dice ahora que el reencendido de sus reactores es clave para los esfuerzos contra el cambio climático.
El plan de 128 páginas compilado por el Ministerio de Economía, Comercio e Industria dice que Japón deberá fijar objetivos ambiciosos de energía de hidrógeno y amoniaco, reciclaje de carbono y energía nuclear. Llama además a promover las turbinas eólicas en las costas y el uso de baterías recargables, que tienen potencial de crecimiento.
“Vamos a movilizar todas las opciones” para conseguir el objetivo de emisiones, dijo el plan, que añadió que “el suministro de energía estable y de bajo costo es un prerrequisito”.
Los cambios en el plan buscan conseguir el objetivo de reducción de emisiones de carbono anunciado en abril por el primer ministro, Yoshihide Suga. Su sucesor, Fumio Kishida, un partidario de reiniciar el uso de las plantas nucleares, asumió el cargo este mes.
Japón ha prometido reducir sus emisiones en un 46% de los niveles de 2013, comparado con el objetivo previo de 26%, para conseguir neutralidad de carbono para 2050. Japón dice que trata de llevar la reducción al 50% para igualar el compromiso europeo. China ha prometido ser neutral en carbono para 2060.
El plan de energía dice que las fuentes renovables deberán representar entre 36% y 38% del suministro de electricidad en 2030, comparado con el objetivo actual de 22-24% y que los combustibles de introducción reciente, como hidrógeno y amoniaco, deberían representar 1%.
El objetivo de uso de combustibles fósiles fue recortado a 41% en 2030, desde 56%. El plan dice que Japón reducirá su dependencia de combustible fósil, sin fijar un plazo. Agrega que el país cumplirá este año la promesa del Grupo de los Siete de dejar de proveer asistencia externa a proyectos de energía alimentados por carbón que carezcan de medidas de reducción de emisiones.