El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, anunció el sábado que su gobierno acelerará la ayuda ya prometida para ayudar a los miles de residentes de la isla de La Palma, cuyos hogares y medios de vida han sido destruidos por una prolongada erupción volcánica.
En su quinta visita desde que la isla atlántica fue sacudida por la erupción del 19 de septiembre, Sánchez dijo que su gobierno aprobaría nuevas medidas en los próximos días para canalizar millones de euros en ayuda para los necesitados.
El gobierno de Sánchez ya había asignado 63 millones de euros (73 millones de dólares) en ayuda directa, con otros 6 millones de euros (7 millones de dólares) para las industrias agrícolas y pesqueras locales en la zona afectada.
Los flujos de lava de Cumbre Vieja han dañado o destruido más de 2.100 construcciones, en su mayoría casas y granjas. La roca fundida, que ha cubierto más de 850 hectáreas (2.100 acres), también ha destruido los sistemas de riego y carreteras en el área principalmente agrícola.
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Aunque la mayor parte de la isla de 85.000 habitantes frente al noroeste de África no se ha visto afectada por la erupción, parte del lado occidental enfrenta un futuro incierto.
Los flujos de lava siguen siendo fuertes más de un mes después, devorando más inmuebles y formando nuevas capas sobre roca recién nacida donde ya había llegado al mar. Los lugareños también están sintiendo el impacto del rugido continuo del volcán y la serie constante de terremotos de bajo nivel debajo de su isla.
Aproximadamente 7.500 residentes han tenido que ser evacuados de sus hogares por las autoridades, una acción que ha evitado la pérdida de vidas. La mayoría se ha refugiado con familiares o amigos, pero alrededor de 430 personas se encuentran en alojamientos temporales proporcionados por el gobierno local.
El gobierno de Canarias está comprando apartamentos vacíos para albergar a aquellos cuyas casas han sido destruidas. También se ha comprometido a modificar las regulaciones para ayudar a los esfuerzos de reconstrucción una vez que la erupción se detenga.
Pero el final de la tragedia no está a la vista aún, advirtió el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres.
“No está presto el final del volcán. Quedan por delante semanas”, afirmó Torres. “Seguiremos viviendo momentos muy duros… (pero) ningún palmero ni palmera tendrá que irse a vivir fuera de su isla” cuando termine la erupción, añadió.