La titular de la agencia médica de la Unión Europea aseguró el martes que está preparada para lidiar con la nueva variante ómicron y que en dos semanas tendrá un indicio de si las vacunas actuales contra el COVID-19 pueden combatirla.
Emer Cooke, la directora ejecutiva de la Agencia Europea de Medicamentos, expresó que, en caso de necesitar una nueva vacuna para atacar la variante ómicron, pasarán hasta cuatro meses para aprobar su uso en el bloque de 27 países.
“Estamos preparados”, dijo Cooke a los legisladores de la UE y agregó que la cooperación con la industria médica ya está en curso para preparar dicha eventualidad. “Sabemos que en alguna fase habrá una mutación que nos obligará a cambiar la estrategia actual”.
Cooke se mostró más confiada que la Organización Mundial de la Salud, que advirtió el lunes que el riesgo mundial por la variante ómicron es “muy alto” y podría provocar “consecuencias severas”.
Un círculo cada vez más amplio de países en todo el mundo han reportado casos de la variante o han tomado medidas para restringir vuelos, mientras los científicos se apresuran para determinar qué tan peligrosa podría ser la versión mutante.
La mayor congregación de la variante ómicron ha sido reportada en las ciudades sudafricanas de Johannesburgo y Pretoria, y sus alrededores. Cooke señaló que el perfil europeo de una población más grande y mayores tasas de vacunación resultarían en una situación diferente.
Cooke agregó que era importante evaluar “la neutralización cruzada” de las vacunas para determinar si ofrecen protección contra la nueva variante. “Es un proceso que demora unas dos semanas”.
Hasta el momento, las vacunas han podido lidiar con todas las variantes que se encuentran, agregó, y “quiero asegurarles que trabajamos con las empresas y con otros reguladores para asegurar que estamos lo más preparados y listos posible”.