Economía

Anuncian millonaria inversión en infraestructura para La Católica

Anuncian millonaria inversión en infraestructura para La Católica. Se trata de una inversión de más de 57.5 millones de dólares.

La modernización de múltiples estructuras, nuevas tecnologías y la construcción de un edificio que albergará innovadores laboratorios de ciencias, son parte de una un magno proyecto de mejoras a la infraestructura de los tres recintos de la Pontificia Universidad de Puerto Rico (PUCPR) en un proyecto que se completará durante los próximos tres años, con una inversión de más de 57.5 millones de dólares, trascendió el miércoles.

El presidente de la PUCPR, doctor Jorge Iván Vélez Arocho, destacó que los fondos para las más de 30 obras en agenda para los tres recintos de la PUCPR provienen de diversas partidas que incluyen fondos del Cares Act, del Higher Education Emergency Relief Fund II (HEERF II) Coronavirus Response and Relief Supplemental Appropriations Act, 2021 (CRRSAA), así como de fondos del plan de proyectos de mejoras capitales de la Universidad.

“Estamos creando hoy la universidad del futuro, con una nueva fachada y mejores entradas de acceso al recinto de Ponce, una millonaria inversión en tecnologías con más de 178 salones inteligentes, y la modernización comprensiva de varios edificios de facultades, bibliotecas, residencias estudiantiles, además de la construcción de una estructura a tono con las demandas del Siglo 21, de nuevos laboratorios para la facultad de Ciencias Naturales. Estamos a mitad del camino en nuestro tercer año de labores de un proyecto de cinco años, superando retos inimaginables para completar una gran obra para nuestros estudiantes y para toda la comunidad universitaria”, afirmó el doctor Vélez Arocho en declaraciones escritas.

El presidente destacó que uno de los elementos que ha abonado a la celeridad de estas obras es la inversión propia de la Universidad. “La Universidad tiene una sólida posición financiera, libre de deudas. Por lo que nuestras inversiones internas las hemos destinado en innovadores espacios con última tecnología y en infraestructura de vanguardia”, dijo.

Por su parte, el ingeniero Armando Rodríguez Torres, director del Departamento de Infraestructura y Conservación de la PUCPR, explicó que continúa el proceso de inspecciones, reclamaciones y reparaciones como resultado del huracán María y los terremotos.

“Igualmente, trabajamos con proyectos de mejoras capitales, esto es en diseños, subastas y construcción. Entre los trabajos de reparación por daños ocasionados por el huracán María están los trabajos en el Complejo Deportivo y Cultural”, afirmó Rodríguez Torres.

También se realizaron trabajos en el edificio Forteza de la Escuela de Arquitectura, la biblioteca Encarnación Valdés en donde se corrigieron las filtraciones y se terminó la pintura. Uno de los proyectos de gran orgullo para la Universidad es el de mejoras a las entradas vehiculares. Se estarán remodelando, en su totalidad, la entrada del boulevard Luis A. Ferré que colinda con la parroquia Santa María y la otra entrada por el área de Católica Radio, en la carretera #2. También se renovará la entrada por la calle Amanda, vía que transcurre desde el boulevard Luis A. Ferré hasta La Católica. En estas entradas lucirán en grande las letras de La Católica para convertir los espacios en encuentros de los estudiantes.

“Esta entrada creará un espacio que incluye, no solo una entrada simple, sino que se trata de un proyecto que integra todos los elementos que lo rodean, con el fin de crear un sentido de que estás entrando a territorio Pionero. La entrada de la calle Amanda, por el área de la Escuela de Derecho y del edificio McManus, es una de las vías más concurridas, particularmente para estudiantes de la Escuela de Derecho, de maestría y de clases nocturnas. Este proyecto mejorará la entrada y proveerá un espacio más estético y seguro, lo que es importante para la Institución”, explicó el ingeniero Rodríguez.

Otras obras en el recinto de Ponce son la remodelación y mejoras al diseño estructural del edificio de los empleados administrativos, Los Fundadores; la construcción del nuevo edificio de laboratorios de Ciencias Naturales; la modernización comprensiva de los edificios estudiantiles Ferré y Aguayo (Colegio de Ciencias Naturales y Colegio de Ciencias de la Conducta y Asuntos de la Comunidad); de los edificios Spellman (Escuela de Derecho), Salvador Perea (Colegio de Educación), McManus (Estudios Generales). También el proyecto incluye las mejoras al Complejo Deportivo y Cultural y la modernización de infraestructura y tecnología de las residencias de estudiantes.

En los recintos, se encuentran en proceso las remodelaciones del Anfiteatro y los baños del campus de Mayagüez. En el recinto de Arecibo, ya se completaron la reparación de aceras y la remodelación de los baños en el edificio norte.

Las mejoras comprensivas iniciaron en 2018, después de los estragos del huracán María y le siguieron los terremotos que afectaron, mayormente, el área sur. Esto también coincidió con el inicio de la pandemia. Varios factores se unieron causando un incremento de casi un 50% en los costos de construcción, explicó el ingeniero Armando Rodríguez. Entre los factores que han incidido en el aumento de costos de obras están el incremento en la oferta de proyectos y, por consiguiente, el alza en la demanda de materiales. Este escenario se debe en gran medida a la gran cantidad de proyectos públicos y privados que hay en la Isla por los fondos federales, liberados para reconstrucción tras el paso de María, así como del Cares Act.

Otros factores que han encarecido los trabajos son la migración de trabajadores, la falta de mano de obra que prefiere acogerse a las ayudas federales, y el anuncio sobre el aumento en el salario mínimo de los empleados de construcción, así como los covid fees, gastos adicionales en los que incurren los contratistas por trabajar en la pandemia. “Pero nada nos ha detenido y seguimos trabajando con celeridad para completar este gran proyecto de infraestructura dentro de las fechas programadas”, reiteró el ingeniero.

De cara al futuro está, como uno de los principales proyectos en agenda se encuentra la remodelación del Centro de Estudiantes del Recinto de Ponce con una inversión de $7.0 millones.

Como una movida innovadora para velar por la salud y la seguridad de los estudiantes y la comunidad universitaria, la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico ya instaló un amplio sistema de control de calidad de aire en todos los salones, oficinas, salas de conferencias y espacios de encuentros en sus tres recintos.

“Utilizando varias tecnologías, hemos establecido un sistema de control de calidad de aire que destruye microorganismos, como virus y bacterias, que se encuentren en el aire. Igualmente, reduce el particulado de materia microscópica, detecta la humedad relativa, la temperatura y los olores fuertes y, finalmente, nos permite monitorear y comunicar la condición del aire en cada lugar en todo momento”, dijo el ingeniero

Según explicó, “Se trata de un sistema compuesto que combina muchas tecnologías distintas incluyendo, principalmente, la ionización biopolar. El equipo se instala en los acondicionadores de aire y lanza iones bipolares de oxígeno al ambiente de manera que todo el aire en un espacio cerrado se nutra de iones. Esos iones bipolares se adhieren a los virus y bacterias y los matan. De la misma forma, los iones bipolares se adhieren a las partículas de materia microscópica que se encuentran en el aire haciéndolas más grandes y provocando que caigan al suelo o queden atrapadas en los filtros de aire. Se trata de un proceso activo y efectivo que está constantemente inyectando iones y eliminando virus y bacterias”.

El sistema incluye también, como estrategia de apoyo, equipos instalados en lugares específicos de encuentro que también tienen tecnología de ionización, luz ultravioleta, filtros de carbón, filtros HEPA y ozono. Estos equipos están hechos en “stainless steel” y son para atención adicional en caso de ser necesario.

Finalmente, todos los equipos de control de calidad y sensores van de la mano de monitores instalados alrededor de cada recinto que dan a conocer a la comunidad universitaria la calidad del aire en los salones de clases y oficinas las 24 horas del día, los 7 días de la semana. “Estos esfuerzos garantizan un ambiente seguro y salubre para los estudiantes de los tres recintos. Vendrán a un lugar en donde el aire que respirarán será de gran calidad y podrán sentirse confiados, porque podrán comprobar por sí mismos la información sobre la calidad de ese aire”, expuso Rodríguez.

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