La mayoría de los estadounidenses deberían recibir la vacuna de Pfizer o la de Moderna contra el COVID-19 en lugar de la de Johnson & Johnson debido a que esta última puede provocar la formación de coágulos, un efecto secundario muy raro pero grave, dijeron asesores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
Es una medida inusual. La directora de los CDC —siglas en inglés de los centros_, la doctora Rochelle Walensky, debe decidir si aceptará la recomendación del panel.