Tras una semana en la que los contagios de Covid-19 se dispararon de una manera sin precedentes en Puerto Rico, el país enfrenta el reto de controlar el repunte justo en medio de las celebraciones navideñas y a pocos días de que el Departamento de Salud reconociera la transmisión comunitaria de la altamente contagiosa variante Ómicron.
Aunque los contagios registrados en la última semana se han concentrado principalmente en los grupos de edad entre los 15 y 39 años, el temor del sector científico es que los jóvenes comiencen a propagar el virus a sectores más vulnerables, amenaza que incrementa ante la cercanía de la época navideña y sus consiguientes reuniones familiares.
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“Si eso no ocurriera estaríamos bien, pero la realidad es otra. La realidad es que estos jóvenes, que muchos de ellos están asintomáticos, eventualmente van a ir a casas de sus abuelos, sus mamás, sus bisabuelas, y son los que eventualmente van a llevar la peor parte. No necesariamente veo que esto va a tener un impacto inicial en las hospitalizaciones porque son los jóvenes los que se están infectando […] pero inmediatamente se empiecen a infectar otros grupos de edad por igual, entonces vamos a tener problemas”, señaló Marcos López Casillas, gerente de Investigaciones del Fideicomiso de Salud Pública y miembro de la Coalición Científica que asesora al gobierno en el manejo de la pandemia.
Presumiblemente impulsada por la entrada de la variante Ómicron, la tasa de positividad de Covid-19 en la isla se había multiplicado a 12.7% en la tarde de ayer, más de cinco veces mayor al 2.4% que se registraba al 12 de diciembre, apenas siete días antes, de acuerdo con datos de la Coalición Científica. El jueves, en tanto, se convirtió en el día con más casos positivos registrados en toda la pandemia al combinar resultados de pruebas moleculares y pruebas de antígeno, con 2,957, seguido del viernes, que hasta ayer sumaba 2,260, y el miércoles, con 1,982.
Ayer, precisamente, el gobernador Pedro Pierluisi emitió una nueva orden ejecutiva, en la que determinó exigir que en cualquier actividad que congregue más de 500 personas se solicite a los asistentes presentar evidencia de un resultado negativo de Covid-19 producto de una prueba realizada en las 48 horas previas. El decreto entra en vigor este miércoles, por lo que impactará eventos como la celebración de fin de año que promueve la organización de mercadeo de destino Discover Puerto Rico, que se llevará a cabo en el Distrito de Convenciones y para el que se proyecta una asistencia de 10,000 personas.
Los organizadores de este tipo de eventos, igualmente, deberán coordinar un protocolo con el Departamento de Salud para garantizar la salud de los asistentes.
“La misma semana pasada no teníamos ni 100 contagios detectados en un día en toda la isla. La isla se nos tiñó de rojo por la gran cantidad de contagios que tenemos y la positividad. Tenemos que apelar nuevamente a la ciudadanía porque hay que poner de nuestra parte”, subrayó López Casillas.
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El sábado, los integrantes de la Coalición Científica sostuvieron una reunión de emergencia tras la cual emitirían formalmente una serie de recomendaciones, que se esperaba fueran anunciadas entre ayer y hoy.
“Unas se aceptarán y otras no, como siempre, eso es parte del proceso, pero creo que nadie esperaba que en una semana se saliera de control”, dijo el presidente del Colegio de Médicos, Víctor Ramos, también integrante de la Coalición Científica.
Desde su posición como líder del Colegio de Médicos, Ramos sostuvo que recomendó que se extendiera la flexibilidad en la práctica de la telemedicina pasado el 31 de diciembre, así como que posibles ayudas económicas futuras incluyan a las oficinas médicas privadas, más allá de las aportaciones que anteriormente se han hecho a los hospitales producto de asignaciones federales.
Sobre la mesa la definición de personas vacunadas
A pesar de que el martes pasado la Coalición Científica instó a que se requiriera la dosis de refuerzo de la vacuna de Covid-19 a todas personas elegibles que acudieran a eventos multitudinarios, el gobierno aún no ha implementado esa medida. Pierluisi y el secretario de Salud, Carlos Mellado, no han cerrado la puerta a adoptar la recomendación, si bien no fui incluida en la orden ejecutiva anunciada ayer.
“En aquel momento hablábamos de eventos multitudinarios, ahora habrá otras recomendaciones”, sostuvo Ramos, en referencia a la posibilidad de que la definición de persona completamente vacunada incluya la dosis de refuerzo o ‘booster’.
El ‘booster’ se recomienda una vez han pasado más de seis meses desde que una persona vacunada con Pfizer o Moderna recibió su segunda dosis, o dos meses luego de haberse inoculado con la dosis única de Johnson & Johnson. Luego de ese tiempo, estudios apuntan a que la serie inicial de vacunas pierde una parte sustancial de su protección contra la infección y enfermedad provocada por el Covid-19.
En Puerto Rico, sobre 680,000 personas ya son elegibles para recibir la dosis de refuerzo pero aún no lo han hecho, de acuerdo con la Coalición Científica.
“En lo personal puedo decir que pienso que ya en Puerto Rico y Estados Unidos se debe cambiar la definición de persona vacunada a la persona que tenga las tres dosis. Esto no es nuevo. Mucha gente dice ‘ah, es que la vacuna no funciona’, pero la vacuna de hepatitis B necesita tres dosis, nosotros estamos trabajando sobre la marcha. No sabemos qué es lo que va a requerir esto en un futuro y, como va, aparentaría que el proceso de inmunización inicial puede requerir tres dosis y, eventualmente, dependiendo cómo se comporte los anticuerpos producidos por vacunas y las variantes que vamos a tener, cada año o dos requiramos un refuerzo. Es perfectamente normal”, puntualizó López Casillas.
Para la epidemióloga Ángeles Rodríguez, es inevitable que, a raíz de los miles de contagios detectados en los pasados siete días, las muertes por Covid-19 exhiban también un repunte en el futuro inmediato. Al presente, en Puerto Rico se registra un promedio menor a una muerte diaria, pero entre agosto y septiembre, en el apogeo de la ola provocada por la variante Delta, la cifra llegó a rondar las 14.
“Evidentemente, la vacuna no está protegiendo sobre infección con esta variante (Ómicron) de forma significativa. Tenemos la suerte de que las personas vacunadas no se están complicando y de que la mayoría de los infectados son jóvenes, porque son los que asisten a estas actividades. Estos jóvenes se lo van a transmitir a sus familiares de mayor edad y otras condiciones de salud y le pueden costar la vida. (Las muertes) van a seguir subiendo”, anticipó la ex epidemióloga del Estado, quien sostuvo que, si bien la celebración de eventos multitudinarios, como los conciertos de Bad Bunny llevados a cabo el 10 y 11 de diciembre, pueden acelerar la transmisión del virus, era inevitable que la variante Ómicron causara estragos, a juzgar por su comportamiento a nivel global.
Hasta ayer, según datos de la Coalición Científica, los grupos de 15 a 19 años y 20 a 29 años exhibían tasas de positividad que excedían el 20%, seguidos del demográfico de 30 a 39 años, con una tasa superior al 13%. Los demás grupos también muestran aumentos, pero menos dramáticos: 0 a 9 años, 6.8%; 10 a 14 años, 8.4%; 40 a 64 años, 7.4%; 65 a 74 años, 3.9%; y de 75 años en adelante, 4.5%.
Aunque estudios internacionales apuntan preliminarmente a que la variante Ómicron es menos letal que la Delta, López Casillas insistió que es demasiado temprano para alcanzar conclusiones que deriven en la sobreconfianza de la población.
“Lo mejor es prevenir. Se ha dicho que Ómicron aparentemente no causa infección más severa, pero faltan estudios que lo demuestren bien. Y, segundo, tenemos comunidades más vulnerables en nuestra sociedad, que son las personas mayores de 60 años. Hemos tenido otras variantes que no necesariamente han sido más severas, como la Alfa, y por alguna u otra razón hemos tenido muchas fatalidades. Delta nos cogió con más de 60% de vacunación y con todo y eso tuvimos más de 500 personas muertas”, recalcó el científico.
En Puerto Rico, hasta el viernes pasado, el Departamento de Salud solo había confirmado la detección de tres casos de Ómicron, pero había otro medio centenar de pruebas positivas que, preliminarmente, apuntaban a ser producto de esta variante, que en decenas de países ya amenaza con desplazar a la Delta como la variante predominante.