Mucho se habla de las elecciones pero muy pocas de las noticias que leemos o escuchamos son buenas o alentadoras en cuanto al proceso: retrasos en la CEE, falta de materiales y la soberbia del Presidente quien se aferra a la Comisión a pesar de que no es capaz de dirigirla responsablemente. Evidentemente, la lealtad del presidente es al PNP y a sus esquemas corruptos y violentos.
Reina la incertidumbre como consecuencia de las políticas de ésta y de las pasadas administraciones. En Puerto Rico existe una costumbre con la que tenemos y podemos acabar en noviembre: la excusa de que cualquier mal es culpa de la pasada administración. Si cambiamos a quienes tan mal han administrado el país, a quienes siguen entregando nuestros bienes a minorías privilegiadas y comprometiendo nuestro futuro por razones ideológicas, si les sacamos a todos y a todas en estas elecciones, podemos construir una nueva y sana administración que nos responda a todas las personas y como pueblo, dedicarnos a construir juntas el futuro que merecemos.
Esta excusa política de responsabilizar a quienes le precedieron, se ha institucionalizado como respuesta rápida y única al mal manejo gubernamental sin mayor análisis y sin que se asuman responsabilidades. Estamos hartas de la impunidad. Se quiere usar esa frase como una varita mágica que le hace creer a quienes llegan al poder que nada les es atribuible, que no es su responsabilidad a pesar de que personas como Pierluisi y Delgado llevan décadas trabajando en esas “pasadas administraciones” cuya ejecutoria y trayectoria nos ha sumergido en esta crisis profunda. No permitamos que continúen mal gobernando y enriqueciéndose ellos y los suyos a costa de nuestra gente.
La esperanza y la posibilidad de cambio es real y la victoria es alcanzable. El pasado gobernador destituido en el 2019, ganó con 42% -cantidad de votos que solía obtener quien perdía las elecciones más abiertas. El PPD obtuvo solamente el 38% en su derrota. La participación en las primarias de esos dos partidos confirma que en Puerto Rico ningún partido es mayoritario. Muchos jóvenes se inscriben para votar cada día y más adultos mayores solicitan el voto adelantado por precauciones de salud. Por eso, cualquier partido que obtenga más de 30% de los votos en noviembre puede ganar las elecciones. El fraude electoral es una amenaza real. Por eso es vital que te unas a las miles de personas que se han registrado como funcionarias de colegio. Puerto Rico está listo para el cambio y en noviembre lo lograremos.
Visita mi página rosasegui.com donde encontrarás las propuestas que quiero presentar cuando lleguemos juntas al Senado con el equipo de Victoria Ciudadana. Podemos ser una nueva mayoría.