Puerto Rico necesita facilitar iniciativas de desarrollo en el sector privado, orientadas a sus necesidades y oportunidades, que permitan que nuestra economía crezca y se expanda. No podemos seguir bajo filosofías de gobierno más o menos burocrático, benefactor, grande, pero que siempre desembocan en un Gobierno que mantiene su hegemonía sobre toda actividad económica y social. Ese sector privado que queremos ver florecer, hacia una cultura de vida en Puerto Rico, tiene a la familia y la comunidad como centro del quehacer educativo, social y económico de nuestra Isla.
Para que se puedan dar los elementos básicos que permitan lo anterior, el acceso a energía eléctrica confiable y a un costo razonable es de vital importancia. El gran reto en esta esfera es que para lograrlo necesitamos enfrentar con valentía, verdad y razón el proceso de negociación de la quiebra de la AEE.
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En números aproximados, la deuda total de la AEE ronda los $18 billones. La deuda está compuesta por tres elementos básicos: (1) la deuda con los bonistas ($9 billones); (2) la deuda con el plan de pensiones de los retirados de la AAE ($4 billones) y (3) la deuda corriente de la AEE ($6 billones). En cambio, el valor de la AEE en los libros es de $8 billones. Así que piense usted, si la totalidad de la deuda de los bonistas ($9 billones) fuese condonada a través del proceso de quiebra, la AEE continuaría siendo una entidad perdidosa y en quiebra, con una deuda de casi un billón por encima de su valor en los libros.
Por consiguiente, para que la AEE sea viable, necesitamos reducir su deuda en un 70-80%, exceptuando su deuda de retiro. Esto dejaría a la AEE con una deuda negociada de alrededor de $3 billones, haciéndola viable mirando al futuro. El trabajo difícil será enfrentar la deuda de las pensiones de la AEE, la cual requerirá de gran invención o sacrificio de pueblo.
Ahora bien, la ficha del tranque en todo este proceso son los $12 billones asignados por FEMA para la reconstrucción del sistema eléctrico. ¿Por qué? Porque para que FEMA desembolse dichos fondos, los activos de la AEE tienen que mantenerse bajo el dominio público. Ni a los bonistas ni al pueblo de Puerto Rico les conviene que los fondos de reconstrucción del sistema eléctrico se pierdan. Por lo tanto, hay 12 billones de razones para llegar a un acuerdo que reduzca sustancialmente la deuda de la AEE y la haga viable hacia el futuro.
¡Podemos lograrlo!
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