Han pasado diez años desde el ciclo electoral del 2012, y las estadísticas reflejan un decrecimiento del bipartidismo tradicional. Sin embargo, el control de las estructuras electorales permanece bajo los partidos tradicionales, lo que frena el ritmo de avance de alternativas a la política que por décadas ha regido en Puerto Rico.
En el 2012 se ampliaron las alternativas con seis partidos: el Partido Nuevo Progresista (PNP), el Partido Popular Democrático (PPD), el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), el Movimiento Unión Soberanista (MUS), el Partido Puertorriqueños por Puerto Rico (PPR) y el Partido del Pueblo Trabajador (PPT). Pero ciertas tendencias se mantenían firmes, como la del voto íntegro. De un total de 1,879,605 votos emitidos ese año, el 95 % fueron bajo una insignia. En cuanto al candidato a la gobernación, el 48 % votó por el PPD y el 47 % por el PNP.
Cuatro años después, en el 2016, se enfrentaron los partidos PNP, PPD, PIP y PPT. En esta ocasión, el voto íntegro se redujo a 71 %, abriendo paso una mayor cantidad de votos por candidaturas (26 %). En ese ciclo, el PNP obtuvo la gobernación con 42 % de los votos, mientras el PPD caía con 39 %.
Ese año hubo dos candidaturas independientes a la gobernación que marcaron la política de la pasada década: Alexandra Lúgaro, quien recibió el 11 % de los votos, y Manuel Cidre, que capturó el 6 %. Ambos superaron a sus contrapartes del PIP y el PPT.
En las pasadas elecciones del 2020, la participación electoral se redujo con 1,296,169 votos. De ellos, el 72 % fueron votos íntegros, manteniéndose en sintonía con el ciclo anterior. Sin embargo, estas elecciones quedaron marcadas al convertirse en la primera vez que se elige a un gobernador con menos del 40 % del apoyo del electorado. El PNP obtuvo la gobernación con 33 %, seguido de cerca por el PPD con 32 %. En conjunto, el apoyo a los candidatos de los dos partidos mayoritarios se redujo en 16 % en contraste con el 2016.
En ese ciclo se añadieron a la papeleta el Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), que recibió el 14 % de votos para la gobernación, el Proyecto Dignidad (PD) con 7 %, y el candidato independiente Eliezer Molina con 0.68 %. El PIP obtuvo 13.5 % de los votos, en contraste con el 2.1 % del ciclo anterior.
A juicio de Juan Dalmau Ramírez, ex candidato a la gobernación del PIP, estas elecciones fueron históricas. “No hay precedente en la historia política de Puerto Rico que un partido existente haya aumentado siete veces lo que había obtenido en elecciones anteriores, [así] como el caso del MVC como una nueva propuesta electoral que tuvo legisladores electos”.
De la representatividad a la participación
La expresidenta de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), Liza García, opinó que el cambio de paradigma surgió porque partidos y candidatos han experimentado con formas más directas de llegar a los ciudadanos, quienes a su vez exigían más de ellos.
“Los votantes demandaron más transparencia porque tienen mayor acceso a la información. Desde el 2012 al 2022, de una democracia más representativa nos hemos estado moviendo a una democracia participativa”, sostuvo García.
Explicó que en la democracia representativa las personas votaban por sus representantes para que fueran sus voces y escogieran sus luchas, pero en la democracia participativa se enfatiza la colaboración de los ciudadanos y se mantiene una constante interacción con el Estado, algo a lo que, a su juicio, el bipartidismo tradicional no ha podido adaptarse.
En alerta el bipartidismo
La profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, Mayra Vélez Serrano, aseguró que el Código Electoral le da un poder muy importante al PNP y al PPD para sostenerse como los partidos dominantes en el sistema político. La académica no prevé que aún se pueda romper el bipartidismo, aunque sí considera que habrá más apoyo a los partidos alternativos.
Anticipan un gobierno más diverso
Según el analista político Luis Herrero, Puerto Rico va camino a las elecciones más impredecibles en mucho tiempo.
“Es muy probable que tengamos una Legislatura aún más diversa que la que tenemos ahora. No va a haber mayoría, quizás en alguna de las cámaras, de ningún partido, y tendrían que hacer una coalición, aunque no se puede hacer en las papeletas, pero pudiera pasar. No me extrañaría que haya alcaldes de partidos que nunca han tenido alcaldes”, dijo Herrero.
Por su parte, García hizo un llamado a una apertura a mayor diversidad en las candidaturas.