Los serbios instalaron este martes más barricadas en el norte de Kosovo y desafiaron las demandas internacionales de eliminar las colocadas anteriormente, confirmó el gobierno de ese país.
Las nuevas barreras, hechas con camiones cargados, se instalaron durante la noche en Mitrovica, una ciudad del norte de Kosovo dividida entre serbios de Kosovo y personas de etnia albanesa, que representan la mayoría en Kosovo.
Es la primera vez, desde que comenzó la reciente crisis, que los serbios bloquean calles en una de las principales ciudades. Hasta ahora, se habían colocado barricadas en las carreteras que conducen a la frontera entre Kosovo y Serbia.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, dijo que ordenó el estado de alerta más alto del ejército para “proteger a nuestra gente (en Kosovo) y preservar Serbia”.
Afirmó que Pristina se está preparando para “atacar” a los serbokosovares en el norte del país y eliminar por la fuerza varios de los bloqueos de carreteras que los serbios comenzaron a colocar hace 18 días para protestar por el arresto de un ex policía serbokosovar.
Funcionarios de Kosovo han acusado a Vucic de utilizar sus medios de comunicación estatales para generar problemas y desencadenar incidentes que actuarían como pretexto para una intervención armada en la antigua provincia serbia.
Petar Petkovic, un funcionario del gobierno serbio a cargo de los contactos con los serbios de Kosovo, dijo a la televisión estatal serbia RTS que la preparación para el combate de las tropas serbias se introdujo porque Kosovo había hecho lo mismo.
Afirmó que unidades de Kosovo fuertemente armadas quieren atacar a los serbokosovares “con la intención de atacar a nuestras mujeres, ancianos, niños, hombres. Nuestro pueblo que en los tranques solo está defendiendo el derecho a vivir”.
Kosovo ha pedido a las fuerzas de paz lideradas por la OTAN estacionadas allí que retiren las barricadas e insinuó que las fuerzas de Pristina lo harán si la fuerza de la KFOR no reacciona.
Unas 4.000 fuerzas de paz dirigidas por la OTAN han estado estacionadas en Kosovo desde la guerra de 1999 que terminó con la pérdida de control del territorio por parte de Belgrado.
Cualquier intervención armada serbia en Kosovo probablemente resultaría en un enfrentamiento con las fuerzas de la OTAN y significaría una gran escalada de tensiones en los Balcanes, que todavía se están recuperando de la sangrienta desintegración de Yugoslavia en la década de 1990.
Las tensiones entre Kosovo, que declaró su independencia después de una guerra en 2008, y Serbia alcanzaron su punto máximo durante el último mes. Los intentos occidentales de llegar a un acuerdo negociado han fracasado y Serbia se niega a reconocer la condición de Estado de Kosovo.
Tanto la KFOR como la Unión Europea han pedido a Pristina y Belgrado que muestren moderación y eviten las provocaciones.
Kosovo sigue siendo un potencial punto crítico en los Balcanes años después de la guerra de Kosovo de 1998-1999 que terminó con una intervención de la OTAN que expulsó a las tropas serbias de la antigua provincia serbia.