A su salida del tribunal federal en Hato Rey y momentos después de que el jurado se retiró para deliberar, el exalcalde de Guaynabo, Ángel Pérez Otero, sostuvo que el testimonio que ofreció el convicto abogado Oscar Santamaría, que presuntamente lo expuso de haber recibido sobornos a cambio de contratos en el municipio, no reflejó un “quid pro quo”.
A su vez, el acusado, quien ha sido sujeto de un juicio federal que se ha prolongado por casi una semana, mantuvo que Santamaría no enumeró al ayuntamiento como parte de su esquema para pagar sobornos a cambio de beneficios y acceso municipal.
“Creo que una de las cosas más importante fue cuando mi defensa le preguntó a Oscar (Santamaría) y se dejó claro a quién él le había hecho un ‘quid pro quo’, con quién había entrado en unos acuerdos y… mencionó a tres municipios. Mencionó a Cataño, Aguas Buenas y Trujillo Alto. No mencionó a Guaynabo y él lo sabe”, expresó Pérez Otero a preguntas de los medios.
En ese momento, el jurado que escuchó los planteamientos de ambas partes se había retirado a deliberar tras escuchar las argumentaciones finales de la Fiscalía federal y la defensa.
La primera presentación fue encabezada por la fiscal federal Myriam Fernández quien, al igual que su compañero Nicholas Warren Cannon al inicio del juicio, catalogó el caso como uno de “codicia y poder”.
En cambio, la defensa sostuvo que la grabaciones que presuntamente captaron a Pérez Otero aceptando los sobornos no mostraron un intercambio de manera explícita, pese a las herramientas y recursos que tienen las autoridades federales.
“Esos videos sin un ‘quid pro quo’, no significa nada… Eso pudo ser problemas con planillas, problemas con contribuciones políticas, problemas con violaciones éticas, pero ‘sin quid pro quo’, no es un problema federal”, argumentó el abogado de Pérez Otero, Osvaldo Carlo Linares.
“El FBI (Negociado Federal de Investigaciones) no hizo algo… Oscar Santamaría estaba actuando bajo instrucción del FBI y todos los sabemos. Es claro… Si tienes la oportunidad de grabar a Ángel Pérez Otero admitiendo que hizo una violación y clarificarlo de una manera que no dejara duda razonable…. ¿Cuán difícil era eso?”, planteó el abogado.
Contra el también exrepresentante pesan tres cargos por soborno, conspiración y extorsión, por lo que se podría exponer a una pena mínima de cuatro a siete años de cárcel, según Carlo Linares.