Un juez sentenció a 50 años de prisión a 11 expolicías por el asesinato y calcinamiento de 19 personas, en su mayoría migrantes guatemaltecos, en enero de 2021 en Camargo, una localidad de Tamaulipas donde tuvo lugar una de las peores matanzas de migrantes de México.
Así lo anunció el martes Luis Rodríguez Bucio, subsecretario de Seguridad Pública, durante la conferencia presidencial matutina.
Los expolicías estatales fueron considerados culpables en septiembre de los delitos de homicidio calificado, abuso de autoridad y delitos contra la administración de justicia, aunque quedó pendiente la audiencia para determinar la sentencia.
Otro expolicia fue condenado a 19 años por abuso de autoridad y delitos contra la administración de justicia.
El 21 de enero de 2021 en el municipio de Camargo, próximo a la frontera con Texas, 19 personas —de las cuales 16 eran guatemaltecas— fueron asesinadas a balazos y posteriormente incineradas cuando eran trasladadas hacia la frontera para cruzar ilegalmente a Estados Unidos.
El gobierno de Guatemala informó posteriormente que había cinco supervivientes.
Los abogados de las víctimas, de la Fundación para la Justicia, han insistido en que la masacre de Camargo demostró la grave situación de violencia que vive México y los vínculos de grupos delictivos con los cuerpos de seguridad pública.
Además, pidieron que se investigara la cadena de mando y la posible participación de funcionarios de migración en el traslado de las 19 personas fallecidas hacia la frontera con Estados Unidos.
El proceso penal por este crimen culminó de forma excepcionalmente rápida para la justicia mexicana, en menos de tres años. Ejemplo de ello es que Rodríguez Bucio anunció otra sentencia contra dos delincuentes por el secuestro de 75 personas y otros delitos ocurridos hace 10 años también en Tamaulipas.
La peor masacre de migrantes de México fue en 2010 en el mismo estado, región por donde cruzan más migrantes hacia Estados Unidos. Esa vez fueron asesinados 72 migrantes, en su mayoría centroamericanos, en la localidad de San Fernando. Un ecuatoriano herido de bala en la cara sobrevivió a la matanza.
Las investigaciones indicaron que miembros del cártel de Los Zetas los mataron a tiros después de que se negaran a unirse a las filas de esa organización criminal, pero el caso sigue abierto. Una de las últimas detenciones que las autoridades informaron fue en septiembre de 2022.