La directora ejecutiva de NeoMed Center, Inc, la doctora Rosa Castro Ávila, dialogó en Metro al Mediodía sobre el desarrollo del protocolo para el inicio de tratamiento con buprenorfina para personas con trastornos por consumo de opioides que acuden a las salas y unidades de emergencia en la isla buscando ayuda.
Según establece la Orden Administrativa número 577 del Departamento de Salud (DS), toda facilidad de emergencia-urgencia debe adoptar un protocolo para ofrecer servicios y tratamientos a personas con trastornos por el uso de opioides.
“La buprenorfina es un tratamiento que se utiliza principalmente para manejar personas que tienen uso problemático de opioides. Es un medicamento que hace un efecto antagonista con el efecto de los opioides y es el medicamento de elección actualmente que está aceptado desde el punto de vista médico, basado en evidencia, para personas que tengan el problema de uso crónico de sustancias como lo son los opioides”, aseguró Castro Ávila.
Al momento, los dos medicamentos están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) con este propósito son la buprenorfina y la metadona.
La metadona es un agonista opioide sintético que se utiliza para tratar la adicción a estos narcóticos y para aliviar los dolores fuertes.
“Los estudios indican que el paciente tiene mayor capacidad de adherencia si está en un tratamiento como lo es el de buprenorfina ya que es un medicamento oral, son pastillas, es de fácil manejo. Se hace accesible a las personas que tienen el uso problemático de sustancias. Nos brinda la oportunidad de que el paciente se mantenga más adherente al tratamiento”, comentó la doctora.
La directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro defendió el uso del medicamento ya que la literatura científica establece que aproximadamente el 63% de los pacientes que inician tratamiento con buprenorfina en una sala de emergencias asiste a su cita de seguimiento.
“Hay muchos mitos relacionados con el uso de la buprenorfina. Esto es un medicamento bien seguro. Hay profesionales que dicen que es sustituir una droga por otra. Sin embargo, la buprenorfina al ser un medicamento que se puede mantener cierto control sobre él, permite una mayor adherencia”, reiteró.
Castro Ávila afirmó que la buprenorfina puede crear un estado donde el paciente siente el estímulo de la ocupación de los receptores, sin embargo, cuando logra encontrar la dosis que le permite controlar la condición crónica, consigue una reducción de daños y retoma su vida cotidiana.
“Hay personas que cuando están en (tratamiento de) buprenorfina son personas completamente funcionales a diferencia de cuando la persona tiene un problema de adicción y utiliza, por ejemplo, heroína que es bien difícil que la persona pueda trabajar cuando está bajo los efectos de esta droga”, aclaró.
Castro Ávila explicó que, por su parte, la “Naloxona” es el antídoto que se usa para revertir y bloquear los efectos de los opioides en caso de una sobredosis.
“(La Naloxona) hace un efecto contrario a la buprenorfina, contrario al de metadona y, obviamente, contrario a los opiáceos”, sostuvo.
El desarrollo del protocolo para las salas de emergencias lo realizó NeoMed Center, Inc en colaboración con expertos de la psiquiatría medicina adictiva, investigadores de farmacología de la buprenorfina, profesionales de la consejería y de la salud pública.
“Queremos salvar vidas. Queremos que cada oportunidad y cada circunstancia que implique una personas con un uso no adecuado de sustancia, como lo son los opioides, pueda tener una oportunidad de ser salvado y entrar en un tratamiento”, expresó la doctora.