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La autoestima como herramienta que promueve el bienestar

Aunque no se limita a este aspecto para el bienestar, la autoestima permite tomar decisiones asertivas y cónsonas con nuestras expectativas de vida

Tres psicólogos consultados por Metro Puerto Rico coincidieron en que una autoestima saludable es un factor imprescindible para tomar decisiones positivas y alineadas a las aspiraciones de una persona. En cambio, una percepción propia negativa puede ocasionar una toma de decisiones que repercuta negativamente en uno mismo.

“La autoestima tiene que ver con ese sentir propio y valía por el ser humano”, definió el doctor José González Guardarrama. El psicólogo explicó que esta se manifiesta de distintas maneras, de acuerdo con situaciones de parejas, interpersonales, grupos sociales dañinos o sustancias. Cualquier perturbación puede ocasionar una falta de concentración, falta (o aumento) de apetito e insomnio, que entonces tiene consecuencias en la autoestima.

“Todo lo queremos meter en autoestima y no necesariamente es autoestima desde el primer aspecto”, aclaró, pues busca identificar la raíz del problema que tenga implicaciones en la autoestima para determinar si tuvo un impacto.

La autopercepción, según la doctora Carmen Martínez Geigel, se desarrolla desde la crianza con mensajes y experiencias atravesadas. Pero la niñez, aunque nos influye, no nos determina. “Aunque hayamos tenido experiencias en nuestra vida temprana que no hayan sido las más adecuadas, hay estrategias para mejorar, aumentar y para reforzar esa autoestima”, destacó la psicóloga especialista en parejas.

Entre los principios que sostienen una autoestima positiva, Martínez Geigel apuntó a la conciencia, la responsabilidad y el sentido de propósito como tres de los más importantes. “No podemos resolver algo que no conocemos, que no está en nosotros”, dijo sobre el primer principio, que va ligado a la responsabilidad. Sobre el último, elaboró que permite hallar el significado de las ocurrencias en la vida para no repetirlas.

Un indicio común que los psicólogos notan para determinar el nivel de la autoestima de un paciente es cómo la persona habla de sí y cómo se expresa. “Verbalizaciones de que ‘nunca me sale nada’, ‘no sirvo’, ‘nadie me quiere’, ese tipo de expresión que, para esa persona, se convierte en su diálogo interno”, abundó la terapeuta, quien también resaltó el manejo de emociones como señal de estima alta o baja.

A modo de ejemplo, González Guardarrama mencionó que, comúnmente en sus sesiones, un paciente con baja autoestima no sabe cómo responder al ser abordado sobre cuáles son sus fortalezas. “Pero poder identificar y ventilar problemas es una fortaleza. Tenemos que dejarlo claro para la motivación intrínseca, dirigido al cambio que quiero lograr”, abundó.

Otros aspectos que trabaja el psicólogo son cómo salir de las zonas de confort, que describió como “fantasmas” que impiden el progreso del individuo; la comunicación asertiva; y el reconocimiento de errores sin la invalidación propia por haberlos cometido.

“El perdón de uno mismo, yo lo llamo como una transformación. Nos transformamos para vivir en una vida plena en la cual yo construyo y seguir viviendo de la mejor forma posible”, acotó González Guardarrama.

En casos de violencia de género

La psicóloga especialista en violencia de género Esther Figueroa Ríos también experimenta que sus pacientes tengan dificultad en reconocer sus fortalezas, aun cuando logran extirparse de una relación abusiva, ya sea física o psicológica.

“No reconocen el valor que tienen. Salió de la relación y consiguió trabajo, no lo reconocen. Son grandes logros que hay que reconocer, pero la persona no lo hace o siente que no es suficiente o no ha hecho lo suficiente”, expuso Figueroa Ríos.

“Si fuera tan fácil salir, no tuviésemos la problemática que tenemos ahora mismo”, continuó.

La psicóloga añadió que hay pacientes que no reconocen su situación de violencia porque la pareja no es agresiva o violenta físicamente, pero aseguró que no tiene que serlo. Se puede sufrir violencia económica (la víctima no tiene acceso a sus finanzas, que son controladas por su agresor), sexual (solo se complace al agresor o relaciones sexuales sin consentimiento) o psicológica (el agresor insulta o minimiza la pareja).

Estos escenarios pueden ocasionar baja autoestima, trastornos de depresión y ansiedad, síntomas postraumáticos o hasta intentos de suicidio. Cuando se logra salir de estas situaciones, es necesario contar con figuras o un grupo de apoyo con ayuda psicológica o psiquiátrica constante.

De sufrir alguna situación de violencia, cuyas víctimas suelen ser —pero no se limitan a— mujeres, Figueroa Ríos exhortó a comunicarse con la Oficina de la Procuradora de las Mujeres, al 787-722-2977, donde orientan a la persona a cómo salir de la situación de manera calmada, con los documentos y las redes de apoyo necesarias, y sin riesgo de peligro.

Joaquín A. Rosado Lebrón cubre salud para Metro Puerto Rico a través del programa Report for America.

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