WASHINGTON (AP) — Donald Trump acordó el lunes una pausa de 30 días en sus amenazas arancelarias contra México y Canadá, luego de que sus dos mayores socios comerciales tomaron medidas para apaciguar sus preocupaciones sobre la seguridad fronteriza y el tráfico de drogas.
Las pausas proporcionan un periodo de enfriamiento después de unos días tumultuosos que pusieron a Norteamérica al borde de una guerra comercial que podría haber aplastado el crecimiento económico, causado un aumento en los precios y terminado dos de las asociaciones más importantes de Estados Unidos.
“Los aranceles propuestos se pospondrán durante al menos 30 días mientras trabajamos juntos”, publicó el lunes por la tarde el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en la red social X, anunciando que su gobierno nombraría un zar del fentanilo, clasificaría a los cárteles narcotraficantes de México como grupos terroristas y lanzaría una “Fuerza de Ataque Conjunta Canadá-Estados Unidos para combatir el crimen organizado, el fentanilo y el lavado de dinero”.
La Casa Blanca confirmó la pausa en los aranceles a Canadá, que se dio tras un movimiento similar con México que permite un periodo de negociaciones sobre el contrabando de drogas y la inmigración ilegal.
Aún existe el riesgo de que los aranceles entren en vigor, lo que deja a la economía global con incertidumbre sobre si se ha evitado una crisis o si aún podría venir una posible catástrofe en las semanas siguientes.
Trump había ordenado el sábado aranceles del 25% sobre las importaciones procedentes de México y Canadá, con otro arancel del 10% sobre el petróleo, gas natural y electricidad canadienses. También ordenó un arancel adicional del 10% sobre las importaciones procedentes de China.
Todos los aranceles estaban programados para comenzar a la medianoche del martes. Canadá y México amenazaron con represalias, lo que había aumentado la posibilidad de una guerra comercial más amplia en la región.
El arancel del 10% que Trump ordenó sobre China aún estaba programado para entrar en vigor, aunque Trump planeaba hablar con el presidente chino Xi Jinping en los próximos días.
Los aranceles ordenados por Trump para las tres naciones activó alarmas entre inversores, legisladores, empresas y consumidores. Los impuestos sobre las importaciones, si se mantienen, podrían elevar los precios y obstaculizar el crecimiento, aun cuando Trump ha afirmado que son necesarios para que otras naciones detengan la migración ilegal, prevengan el contrabando de fentanilo y traten a Estados Unidos, en su opinión, con respeto.
Trump y la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum anunciaron la pausa de un mes en el aumento de aranceles mutuos después de lo que Trump describió en las redes sociales como una “conversación muy amistosa”, y dijo que esperaba con interés las próximas conversaciones.
“Espero participar en esas negociaciones, con la presidenta Sheinbaum, mientras intentamos alcanzar un ‘acuerdo’ entre nuestros dos países”, comentó Trump en redes sociales.
Trump dijo que las conversaciones estarían encabezadas por el secretario de Estado Marco Rubio, el secretario del Tesoro Scott Bessent, el nominado a secretario de Comercio Howard Lutnick y representantes de alto nivel de México.
Sheinbaum dijo que reforzaría la frontera común con 10.000 miembros de la Guardia Nacional de México y que el gobierno de Estados Unidos se comprometió a trabajar para detener el tráfico de armas de alto poder a México.