DUBAI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Irán rechazó la opción de conversar directamente con Estados Unidos, luego de que el presidente estadounidense Donald Trump le enviara una carta a su líder supremo en la que propuso un diálogo bilateral sobre el programa nuclear de Teherán.
La decisión del gobierno iraní deja abierta la posibilidad de sostener conversaciones indirectas con Washington. Sin embargo, dicho diálogo no ha progresado desde que Trump, en su primer mandato, retiró unilateralmente a Estados Unidos en 2018 del acuerdo nuclear de Teherán con las potencias mundiales.
Trump ha amenazado con aplicar nuevas sanciones a Irán dentro de su campaña de “máxima presión” dirigida al país. Ha planteado nuevamente que la acción militar contra el gobierno iraní sigue siendo una posibilidad, aunque a la vez enfatiza que todavía cree que se podría alcanzar un nuevo acuerdo.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, de 85 años, advirtió el lunes que Irán respondería a cualquier ataque con un ataque propio.
Esto es lo que hay que saber sobre la carta, el programa nuclear de Irán y las tensiones que han permeado en las relaciones entre Teherán y Washington desde la Revolución Islámica de 1979.
¿Por qué escribió Trump la carta?
Trump le envió la carta a Jamenei el 5 de marzo, y al día siguiente concedió una entrevista televisiva en la que reconoció haberla enviado. Dijo: “Les he escrito una misiva diciendo: ‘Espero que vayan a negociar porque si tenemos que intervenir militarmente, será algo terrible’”.
Desde su regreso a la Casa Blanca, el presidente ha estado presionando para que haya conversaciones, mientras que a la vez aumenta las sanciones y deja entrever que un ataque militar de Israel o de Estados Unidos podría tener como blanco los sitios nucleares iraníes.
Una carta anterior de Trump durante su primer mandato provocó una respuesta airada del líder supremo.
Pero las misivas del mandatario estadounidense al gobernante norcoreano Kim Jong Un en su primer mandato derivaron en que ambos se reunieran personalmente, aunque no se alcanzaron acuerdos para limitar las bombas atómicas de Pyongyang ni un programa de misiles capaz de alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.
¿Cómo ha reaccionado Irán?
El domingo, el presidente iraní Masoud Pezeshkian rechazó negociar directamente con Estados Unidos sobre el programa nuclear de Teherán.
“No evadimos conversaciones; es el incumplimiento de promesas lo que nos ha causado problemas hasta ahora”, señaló Pezeshkian en declaraciones televisadas durante una reunión del gabinete. “Deben demostrar que pueden generar confianza”.
El lunes, Jamenei aparentemente reaccionó a las advertencias de Trump de que podría volver a emplear la fuerza militar.
“Amenazan con cometer actos de maldad, pero no estamos completamente seguros de que tales acciones ocurrirán”, declaró el líder supremo. “No consideramos muy probable que los problemas vengan del exterior. Sin embargo, si resulta que así es, sin duda enfrentarán un fuerte ataque de represalia”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores iraní convocó el lunes al encargado de negocios suizo en Irán para quejarse de los “continuos males” por parte de Israel y la amenaza de Trump de actuar militarmente. Suiza ha velado por los intereses de Estados Unidos en Irán durante décadas.
Esmail Baghaei, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, fue más allá.
“Una amenaza abierta de ‘bombardeo’ por parte de un jefe de Estado contra Irán es una afrenta impactante a la esencia misma de la paz y seguridad internacional”, escribió en la plataforma social X. “La violencia engendra violencia, la paz engendra paz. Estados Unidos puede elegir el camino... y aceptar las consecuencias”.
El periódico estatal Tehran Times, sin citar una fuente, indicó que Irán había “preparado misiles con la capacidad de atacar posiciones relacionadas con Estados Unidos”.
¿Por qué preocupa a Occidente el programa nuclear de Irán?
Irán ha insistido durante décadas en que su programa nuclear tiene fines pacíficos. Sin embargo, sus funcionarios amenazan cada vez más con intentar desarrollar un arma atómica. Ahora Teherán enriquece uranio a niveles cercanos al 60%, los necesarios para fabricar armas, siendo el único país del mundo sin un programa de armas nucleares en hacer eso.
Bajo el acuerdo nuclear original de 2015, a Irán se le permitió enriquecer uranio hasta un 3,67% de pureza y mantener reservas de 300 kilogramos (661 libras) de ese elemento químico. El informe más reciente del Organismo Internacional de Energía Atómica (AIEA, por sus siglas en inglés) sobre el programa iraní situó sus reservas en 8.294,4 kilogramos (18.286 libras) mientras enriquece una fracción de esa cantidad al 60% de pureza.
Las agencias de inteligencia de Estados Unidos calculan que Irán aún no ha comenzado un programa de armas, pero ha “realizado actividades que lo posicionan mejor para producir un dispositivo nuclear, si decide hacerlo”.
Alí Larijani, asesor del líder supremo de Irán, advirtió en una entrevista televisada el lunes que su país tiene la capacidad de construir armas nucleares, pero no está en proceso de desarrollarlas y no tiene inconveniente en que la AIEA efectúe sus inspecciones.
Sin embargo, señaló que si Washington o Israel atacaran a Irán por ese tema, al país no le quedaría más remedio que avanzar hacia el desarrollo de armas atómicas.
“Si cometen un error respecto al tema nuclear de Irán, obligarán a Irán a tomar ese camino, porque debe defenderse”, advirtió.
¿Por qué son tan malas las relaciones entre Irán y Estados Unidos?
Hace tiempo Irán fue uno de los principales aliados de Estados Unidos en Oriente Medio durante el gobierno del shah Mohammed Reza Pahlavi, quien adquirió armas estadounidenses y permitió que técnicos de la CIA operaran puestos de escucha secretos que monitoreaban a la vecina Unión Soviética. La CIA había fomentado un golpe de Estado en 1953 que consolidó el gobierno del shah.
Pero en enero de 1979, el shah, gravemente enfermo de cáncer, huyó de Irán mientras crecían manifestaciones masivas contra su gobierno. A ello le siguió la Revolución Islámica, encabezada por el gran ayatolá Ruhollah Jomeini, y todo ello desembocó en el gobierno teocrático de Irán.
Posteriormente ese año, estudiantes universitarios invadieron la embajada estadounidense en Teherán, con el objetivo de que el shah fuera extraditado. Ello provocó la crisis de los rehenes de 444 días, en la que las relaciones diplomáticas entre Irán y Estados Unidos se interrumpieron. En la década de 1980 Washington apoyó al gobernante iraní Saddam Hussein durante la guerra entre Irán e Irak. En la “Guerra de los Petroleros” en ese conflicto, la Casa Blanca ordenó un ataque de un día que paralizó a Irán en el mar. Más adelante, Estados Unidos derribó un avión comercial iraní.
En años posteriores, Teherán y Washington han oscilado entre la enemistad y la diplomacia a regañadientes. Las relaciones alcanzaron su mejor momento en 2015, cuando el gobierno iraní concretó el acuerdo nuclear con las potencias mundiales. Pero Trump retiró unilateralmente a Estados Unidos del acuerdo, lo que desató tensiones en Oriente Medio que persisten hasta la fecha.
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El periodista de The Associated Press Amir Vahdat contribuyó desde Teherán.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.