Un transformador sin mantenimiento desde el año 2019, disyuntores corroídos por la humedad, baterías inoperantes en plantas clave y un programa de poda atrasado son algunas de las fallas identificadas por el Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) como detonantes de los apagones masivos que afectaron a más de 800 mil clientes en junio de 2024.
El informe, publicado este jueves tras una investigación de 10 meses, reveló una combinación de negligencia, falta de inversión y fallos operacionales tanto de LUMA Energy como de Genera PR, operadores privados del sistema eléctrico en Puerto Rico bajo el modelo de alianzas público privadas (APP). Las conclusiones se basan en estudios técnicos independientes que examinaron dos eventos principales: uno ocurrido del 1 al 9 de junio en Santa Isabel y otro el 12 y 13 de junio en San Juan. La investigación fue liderada por el Instituto de Investigación de Energía Eléctrica (EPRI), con supervisión del examinador y exjuez, Gerardo Flores. También se consideró un informe paralelo de FTI Consulting, encargado por la Autoridad de Alianzas Público-Privadas (P3A).
Equipos obsoletos y sin mantenimiento
Se identificó que el transformador 115/38 kV en la subestación de Santa Isabel no recibía mantenimiento desde el año 2019 y operaba al 98 % de su capacidad. En Cayey, encontraron disyuntores sin revisión desde el año 2007. Estos presentaban niveles de humedad peligrosos. “Era una bomba de tiempo”, concluyó el informe.
Falta de redundancia
El colapso de un solo equipo dejó sin servicio a casi 64 mil clientes en Santa Isabel. En San Juan, la caída de la línea Monacillos-San Juan provocó un apagón en cadena por falta de rutas alternas.
Vegetación fuera de control
El contacto de ramas con líneas de transmisión fue determinante en el apagón del 12 de junio. LUMA reconoció que su programa de poda en líneas de 115 kV estaba significativamente retrasado.
Fallas en sistemas de respaldo
En la planta de San Juan, las baterías que alimentan sistemas críticos estaban descargadas, lo que impidió la operación de bombas de lubricación y dañó turbinas clave.
Coordinación deficiente entre operadores
El informe destaca la falta de protocolos claros y la comunicación inefectiva entre LUMA y Genera PR durante las emergencias. “Los operadores de LUMA no tenían visibilidad del estado real de las plantas operadas por Genera”, puntualizó el documento.
Ante los hallazgos, el NEPR ordenó la implementación inmediata de un Plan de Estabilización Prioritario que incluya la instalación de al menos 1,000 megavatios de nueva generación, el eeemplazo urgente de transformadores e interruptores crítico y la aceleración del programa de poda en líneas de transmisión. Luma y Genera tendrán 30 días para entregar los planes de acción. En uno de los comentarios en el informe, LUMA planteó que “los retrasos en materiales afectaron reparaciones”.
El ente fiscalizador advirtió que el incumplimiento con el Plan de Estabilización Prioritario conlleva multas. Se enfatizó que será compulsoria la entrega de informes mensuales sobre el progreso. “Esto no es opcional. No podemos repetir otro verano como el pasado”, advirtió el presidente del NEPR, Edison Avilés Deliz.