Esta columna es una de las más inspiradoras que he escrito, de las que más me llenan. Y es porque la persona que entrevisto aquí es una excompañera de estudios, una puertorriqueña ejemplo a seguir y tiene mi misma línea de pensamiento: hay que vivir la vida intensamente, como si fuera el último día.
Conocí a Karen Cintrón, hoy día periodista de “hard news” del canal Univisión 23 en Miami, en 1996, desde que hacíamos la práctica de nuestros estudios de Comunicaciones en Telesagrado, canal interno de televisión en la Universidad del Sagrado Corazón. Karen fue Mega DJ en La Mega y trabajó muchos años en el original Teleonce, en el desaparecido noticiario “Tu mañana”, donde presentaba el segmento de entretenimiento. Allí conoció a su actual esposo William Meléndez, quien aún labora en la cadena Univisión, con quien tuvo a su hijo Gabriel, hoy de 17 años. No fue hasta el 2011 que se mudó a la Florida a buscar nuevas oportunidades. En su otra faceta como actriz, laboró en varias telenovelas, entre ellas “Porque el amor manda” (Televisa), “Santa Diabla”, “Bajo un mismo cielo” y “Rey de reyes”.
La vida de Karen sufrió un duro golpe de momento cuando fue diagnosticada con cáncer de seno. Tanto ella, como su esposo e hijo han vivido muy de cerca esta terribe enfermedad. Su mamá murió de cáncer de seno cuando su hijo tenía ocho meses de nacido. Su suegra también falleció por cáncer. Gabriel tenía diez añitos.
Karen aún está en medio del tratamiento, el cual está venciendo gracias a su impresionante fe.
Hablé con ella de todo este proceso por el que está pasando, de lo duro que fue para ella no tener a su familia cerca, ya que todos viven en Puerto Rico.
¿Cómo era tu vida y cómo la veías antes del diagnóstico de cáncer?
Vivíamos desbocados. Llevábamos la vida muy agitada. Mucho trabajo, cumplir con las cosas de Gabriel, llevarlo a la escuela, al soccer, las actividades extracurriculares. Todo el tiempo ese calendario, el día entero repleto de cosas. A veces yo decía “Ajá, ¿y los momentos de familia?”. Y eso le pasa a muchísima gente. Con la pandemia todo el mundo se frenó y nos dimos cuenta de cómo estábamos llevando la vida.
El 20 de mayo pasado haces público por primera vez tu diagnóstico de cáncer. ¿Cómo comenzó todo ese proceso?
En el 2020 mi esposo me dice que notó algo más duro en uno de mis pechos. Le dije que no se precoupara, que era por los ejercicios de “crossfit” que llevaba practicando desde el 2013. Siempre me hacía el autoexamen bañándome y nunca noté nada. En febrero del 2021 me hicieron una mamografía, me dicen que hay algo que está creciendo desde el año 2020 y continuaba creciendo. Que tenían que hacerme una biopsia con urgencia. Cuando a mi doctor le llegaron los resultados me llamó inmediatamente y me preguntó cuándo era mi próxina cita. Le dije que en dos semanas. Me dijo que no, que él tenía un plan B y me envió donde un colega cirujano que se especializa en cáncer de mama. Me dijo que teníamos que avanzar con eso, que fuera a donde él el próximo lunes a que me hicieran una biopsia. El viernes de esa misma semana, me llama el doctor y me da un adelanto del diagnóstico diciéndome “hasta ahora salió positivo”.
¿Qué fue lo primero que pensaste?
Tal como lo describí en mis redes, fue como si me hubiese tropezado y me diera en la cara. Fueron tantas cosas las que sentí en ese momento. Inmediatamente llamé a mi esposo. Me dijo “vamos pa alante, vamos a pelear contra esto y vamos a ganar”. No sé cómo seguí trabajando desde que me hicieron la mamografía hasta que me dieron el diagnóstico positivo preliminar. En ese momento hacía el turno de las cuatro de la mañana. Yo iba como un robot, tratando de procesar lo que me estaba pasando. Era demasiada la incertidumbre, esa espera, no sé cómo me levantaba para ir a trabajar ni de dónde sacaba las fuerzas. Fue complicado. Me sentía tan mal y que se me derrumbaba la vida entera. Pero ahí mismo me dije “esto no me va a destruir, no me va a ganar” y se lo dije así al doctor en la misma llamada cuando me informó que salió positivo.
Contrario a otras personas que han recibido ese difícil diagnóstico así y se deprimen por semanas y meses, tú inmediatamente lo asilimilaste y decidiste luchar.
Tenía días de mucha preocupación. La incertidumbre de si estará regado, no sabes. En marzo me dieron el diagnóstico completo detallado. Luego de eso me llama el cirujano y me dice que el 30 de abril era la cirugía de mastectomía. Prácticamente en 30 días yo estaba en una sala de operaciones. Me hcieron mastectomía doble.
¿Por qué doble?
Me la quise hacer doble. El cáncer era solo en el seno izquierdo pero le consulté al doctor de que hay mujeres que con el tiempo le aparece el cáncer en el otro lado y no quería volver a pasar por esto. Me dijo que no había problemas. Me entró un miedo en un momento al pensar que me iba a quitar el otro seno que está sano pero yo estaba decidida. El doctor me dijo que iba a ordenar la doble mastectomía pero que si yo el día de la operación me arrepentía, pues solo me extirpaban uno. Llegó ese día, estaba muy ansiosa todos esos días previos.
¿Cuán importante fue el apoyo de tu esposo y de tu hijo en esos momentos?
Definitivamente fue clave. A Gabriel preferimos esperar a que yo tuviera el diagnóstico completo y confirmado para informarle y explicarle bien. William ha estado conmigo en todo momento. No es ni más de lo que pensaba, yo sabía que él iba a estar conmigo. Si no fuera por él, hubiera sido más difícil.
¿Cómo Gabriel tomó la noticia del diagnóstico?
Al principio se impresionó. Él es muy maduro. Al conocer de la muerte de mi mamá y de mi suegra por cáncer. Luego también la de nuestro amigo cercano Nelson Ruiz, quien fue productor de Univisión, también por cáncer. A Gabriel los ojos se le abrieron grande, se preocupó. Le dije que yo estaba tranquila, que todo iba a salir bien con el favor de Dios. Le pedí que orara por mí para que esté bien. Me aconsejó en cuanto a mi alimentación aunque yo siempre he cuidado mi dieta. Me preguntó si se me iba a caer el pelo. Le dije que eso era lo menos importante, que eso no me precocupaba. Además, en ese momento yo no sabía si me iban a dar quimioterapias.
Luego de la doble mastectomía ¿qué pasó?
Fui a la oncóloga luego de varias pruebas. Me dicen que el cáncer es agresivo, en etapa uno. El tratamiento que me tenían que dar era quimioterapia y luego una pastilla diara.
¿Cuántas quimioterapias te dieron?
Tuve ocho sesiones en total, que me daban cada 21 días. Cuando las terminé comencé a tomarme la pastilla todos los días que son por varios años. Combinado a eso me ponen una inyección todos los meses como parte del tratamiento.
¿Cómo reaccionaste la primera vez que te miraste al espejo y viste que tu cuerpo no se veía igual?
Es duro. Después del cáncer no vuelves a ser igual. Físicamente pueden cambiar algunas cosas pero eso es lo menos importante. Esa seguridad me la dio mi esposo. De lo contrario me deprimía. Hubo momentos en que lloraba pero pensaba rápido que eso no me podía quitar el ánimo. El mismo día de la doble mastectomía, decidí que me hicieran reconstrucción en esa área, no estoy plana, pero se ve diferente. Aún estoy en ese proceso.
¿Cómo describes las quimioterapias?
Muy duras. Te debilita todo. El dolor más fuerte fue en los huesos. Me tumbaban. Estaba nueve o diez días de cama luego de cada una. Tomando varios medicamentos posibles del mundo para que no me dieran vómitos, diarreas ni todo lo peor. Me daban náuseas. Se me comenzó a caer el pelo desde la primera quimioterapia, cuando me quedé con la mitad de mi pelo mientras me bañaba. Desde ahí decidí raparme la cabeza completa. Me sentía bien pero no me atrevía salir a la calle con la cabeza afeitada. Siempre me ponía algo, un gorrito o algo. Hasta que un día decidí mostrarme tal cual me veía, tal cual soy. La quimioterapia es lo peor pero a la misma vez es vida es un sentimiento encontrado. Pensaba que tenían que haber tratamientos que pueda superar la quimioterapia, que no le mate todo lo bueno a uno. Pero a la misma vez, es lo que hay y te da vida. Gracias a la quimioterapia tienes una expectativa de vida un poco más larga. Fue muy duro y aún tengo secuelas como dolor en los huesos, las muñecas, las piernas. Gracias a que siempre hice mucho ejercicio de alto impacto el doctor me dijo que eso me ayudó mucho. Mi corazón no sufrió, como le ha pasado a otros pacientes. Ha sido un proceso duro pero a la misma vez mi vida ha sido súper bendecida. Me hicieron estudios y el cáncer no se ha regado por otro lado. Siempre agarrada de la mano de Dios, quien no me soltó, aún cuando el cáncer estuvo creciendo dos años en mi seno. Pero estoy convencida de que saldré de esto y que regresaré a mi vida normal, aunque no seré igual.
¿En qué te apoyaste o te sostuviste para poder sobrellevar las duras sesiones de quimioterapia?
Estar fuerte, en oración y el apoyo de la familia, no tiene comparación. Papá Dios me ha dejado aquí por un tiempo bastante largo.
¿Qué aprendiste de todo este proceso?
A vivir más el presente, a soltar un poco más, a disfrutar mi familia. No ser tan fuerte conmigo misma. Ese rato más que esté con vida, ya sea un mes, dos, tres meses, un año, diez años, cincuenta años más, quiero seguir haciendo lo que me haga feliz ya que a veces hacía las cosas por cumplir con otro y yo siempre me quedaba como rezagada, olvidada. No sé hasta cuándo viviré, por eso hay que disfrutarse el presente y las cosas que valen la pena. No ser tan superficial porque a veces el rollo de la vida, te lleva a ser así.
¿Qué te motivó a hacer público tu diagnóstico?
No fue hasta mayo que lo hice público, no tan solo para llevarle un mensaje a las mujeres de que se chequeen, sino porque mi papá tiene Alzheimer. Le había hablado de que me tenían que sacar una masa y le expliqué ya que él había vivido la experiencia con mi mamá. Aunque no está en una etapa avanzada, al enterarse del post, varias personas lo empezaron a llamar preguntándole por mí y se preocupó. Fue una crisis familiar. Tuve que volar a Puerto Rico rápido para ver a mi papá. Nunca me preguntó nada de mi operación. Me regresé a Miami. Decidí no contarle más nada de las quimioterapias ni de nada de mi salud. Lo decidimos entre mis hermanos y yo. Por eso estuve alejada de las redes al principio. En diciembre fui a Puerto Rico a verlo de nuevo. Me vio sin pelo, le hablé y expliqué. De todas formas estoy más tranquila de que ya sabe todo.
Mira aquí una fotogalería de Karen y el proceso que atraviesa:
¿Cómo describes ese primer abrazo a tu familia en tu primer viaje a Puerto Rico luego del diagnóstico?
Imagínate, súper sanador. De muchos sentimientos. Cuando me dieron la noticia del diagnóstico pensé ¿me voy a morir?. Me hicieron mucha falta esos primeros días y semanas pero tenía el apoyo de mi esposo y de mi hijo, mis amigos, colegas de Univisión 23 y de la cadena, quienes se han portado súper bien conmigo. Han estado súper pendientes, me llaman para saber cómo estoy, me preguntan cuándo quiero regresar, me dicen que me tome el tiempo que necesite. Han sido muy empáticos y se los agradeceré toda la vida.
He leído muchísimos mensajes de apoyo en tus redes sociales luego que lo hiciste público.
Me escribió mucha gente en privado desde Puerto Rico, algunos que ni conocía. Me decían que estaban orando por mí. Se mantuvieron enviándome mensajes. A veces salía a mi citas médicas, señoras que ni me conocen, me miraban y decían que iban a orar por mí. Me di cuenta de que Dios siempre está a mi lado, no me ha dejado, siempre estuvo conmigo y ahora más todavía. Eso ha sido demasiado importante para mi sanación.
¿Qué significó para ti esa primera foto que publicaste sin pelo?
Miro la foto y digo, wow, no sabía lo fuerte que era hasta esta situación que me está pasando. Estoy súper orgullosa de mí misma porque lo he logrado y sé que estaré muchísimo mejor.
¿Qué les dices a esas otras mujeres u hombres que han pasado por un diagnóstico como tú de cáncer de mama y no tengan ese ánimo que tú tienes ni esa determinación desde el primer día de que lo ibas a vencer?
Que es normal sentirse que no puedes con tu vida pero se vale luchar ya que es lo más importante que Dios nos ha dado, que es disfrutar de la vida y de la familia. No quitarse nunca porque no sabes lo que la vida tiene preparado para ti. Lo más importante es luchar, creer en Dios y escuchar a los doctores, tu familia, dejarte querer, mimar. Nada más importante que eso.
¿Has pensado formar parte en algún momento de una organización o fundación para ayudar a pacientes y sobrevivientes de cáncer?
Estoy súper interesada en hacerlo. Estaba esperando pasar la parte más dura y sentirme bien físicamente. Ya comencé esa búsqueda. Me interesa muchísimo involucrarme en alguna organización que le pueda brindar cualquier tipo de ayuda a personas que le diagnostiquen cáncer de mama.
Finalmente Karen está muy agradecida y se siente bendecida de que la hayan tenido en sus oraciones y con buenos pensamientos. Está convencida de que fue una bendición tener ese apoyo de todos. Está actualmente bajo una licencia por enfermedad en su trabajo para concentrarse en su sanación.
Karen, gracias por la confianza. Te deseo siempre lo mejor, mucha salud y bendiciones para ti, tu esposo y tu hijo. Seguiré orando paar que sigas sanando y te mantengas bien. Definitivamente eres una inspiración para todos.