Opinión

Pocos nuevos electores, ¿malas noticias para la alianza?

Lea la columna del periodista Rafael Lenín López.

El sábado a la medianoche cerró el registro electoral y los números ya fueron publicados. Para las próximas elecciones tenemos poco mas de 70 mil nuevos electores y sobre 64 mil ciudadanos se reactivaron ante la Comisión Estatal de Elecciones. A simple vista parecería ser un numero respetable, pero no lo es. Estos números suponen que para este 5 de noviembre se inscribieron cerca de 50 mil electores nuevos menos y se reactivaron 13 mil ciudadanos menos que para las elecciones del 2020 en las que ganó Ricardo Rosselló la gobernación.

No es descabellado pensar que entre esos 134 mil ciudadanos que fueron a las jip’s realizar transacciones electorales, había un gran número de penepés y populares. Asumamos también que el resto de los que ya estaban inscritos actuarían, en su gran mayoría, tal y como lo hicieron en el 2020. Por lo tanto, ¿qué significa esto para el movimiento que busca derrotar al PNP y darle una oportunidad al candidato independentista Juan Dalmau? Podrían ser malas noticias.

La ola de artistas y figuras públicas regularmente no asociadas al debate público, unos apoyando derrocar el “establishment” y otros respaldando abiertamente a Dalmau, que a veces luce tener un apoyo masivo, pudiera ser una ilusión óptica metropolitana que, si de las nuevas inscripciones electorales dependiera, no se reflejaría en el resultado electoral del próximo 5 de noviembre.

Claro, todo puede pasar. En el ambiente político se suele decir que cada día es un mundo y estamos a casi 40 de la cita con las urnas. Eso es un montón. Ciertamente Juan Dalmau ha tenido el momentum con la ayuda de los artistas, encabezado por Bad Bunny, aunque no lo ha apoyado directamente. Pero, el PNP también tuvo su momentum la semana pasada con su convención y asamblea en el Choliseo que, a pesar de sus desaciertos, proyectó un buen apoyo ciudadano con la asistencia de miles de simpatizantes. Quienes parecerían invisibles en el panorama político siguen siendo Jesús Manuel Ortiz del Partido Popular Democrático y Javier Jiménez de Proyecto Dignidad.

Cerrado el registro electoral y ya teniendo en un listado que los que votarán son los que son, ahora le resta a los partidos y candidatos convencer para que, un grupo grande de electores se mantenga a su lado o decida votar por candidatos distintos a los que apoyaron en el 2020 y, al otro grupo, el de los nuevos electores y reactivados que son menos, se mueva a su favor.

Juan Dalmau tiene el reto de convencer a parte de la base del PPD de votar a su favor, ya que con las transacciones electorales que se registraron hasta el sábado (asumiendo equivocadamente que todas son a su favor), más los electores que lo apoyaron el 2020, ello no es suficiente para llegar a La Fortaleza. ¿Por qué en el PPD? Porque del PNP no tendrá ni un voto ante la campaña negativa que han lanzado sobre el comunismo y el independentismo. Los penepés pro Pierluisi resentidos después de las primarias se quedarían en sus casas, echarán esa papeleta en blanco, votarán por Proyecto Dignidad o uno que otro rabioso votaría popular, me dice la lógica.

Jenniffer González tiene el reto, ante esto, de mantener su “corazón del rollo” apegado. ¿Cómo lo está haciendo? Diciendo que esto es un voto entre ser proamericano o comunista. Por más retórico que sea ese mensaje, como he dicho antes, ese tipo de campaña es efectiva entre los electores más viejos que aún tienen los rezagos de la guerra fría.  Mientras tanto, Jesús Manuel Ortiz tiene la misión de tratar de no llegar tercero pidiendo el voto útil (cosa que no ha hecho todavía) y Javier Jiménez tiene que buscar mantener la franquicia electoral de Proyecto Dignidad robándole votos al PNP para mantener su oficina con presupuesto en la Comisión Estatal de Elecciones.

A casi 40 días de las elecciones, así veo el panorama. Como dije antes, cada día es un mundo y esta tarde o mañana, todo puede cambiar. ¿Qué usted cree?

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