Opinión

100 pastores y la oveja perdida

Lea la columna del Rev. Juan Ángel Gutiérrez Rodríguez, Mesa de Diálogo Martin Luther King, Jr.

El presidente electo del Senado, Thomas Rivera Schatz, señaló que “Para nosotros en el Senado es importante poder contar con el compromiso del liderato religioso y de las organizaciones de Base de Fe. El nuevo Senado comenzará sus trabajos reconociendo la importancia y la necesidad de contar con el consejo de todas estas organizaciones y de la misma forma demostraremos con actuaciones, nuestro compromiso inquebrantable de trabajar unidos para garantizar un Puerto Rico que proteja la familia y nuestros valores tradicionales” y es por esa razón que invitará a unos 100 pastores y sacerdotes que acompañarán a los miembros del Senado el día de la Sesión Inaugural.

Es importante que mis colegas en el ministerio que han aceptado la invitación o la están considerando ponderen el siguiente texto bíblico: ¡Cuán bienaventurado es quien no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, … Salmo 1. Un salmo de sabiduría por excelencia nos hace una importante advertencia, no nos juntemos con quienes planifican y ejecutan el mal.

Quienes digan presente estarán consintiendo con las acciones pasadas de ese liderato legislativo, que de nuevo no tiene nada. Este liderato legislativo redujo la fórmula a la Universidad de Puerto Rico, aprobó la Ley 7 que llevó al empobrecimiento y el endeudamiento de muchas familias trabajadoras, llevaron al endeudamiento y a la quiebra a la Autoridad de Energía Eléctrica y al país, permitieron y avalaron la corrupción en nuestras instituciones estatales, redujeron y eliminaron derechos de la clase trabajadora, entregaron nuestros activos estatales y servicios esenciales a manos privadas, permitieron la venta, contaminación y destrucción de nuestros terrenos agrícolas y nuestras playas, empobrecieron a los retirados y retiradas del servicio público. Además de todas las acciones fraudulentas perpetradas en los procesos electorales bajo el código electoral de 2020 aprobado bajo la presidencia de quien hoy los convoca a la complicidad.

Quienes asistan a esta convocatoria darán su visto bueno a acciones futuras como continuar la privatización de los servicios públicos, la venta de terrenos agrícolas y de valor ecológico a empresas que se enriquecerán con la destrucción de nuestro medio ambiente y el deterioro de nuestra calidad de vida. Seguirán llenando los puestos de servicio público con sus familiares, allegados y dolientes y darán contratos millonarios a los amigos y las amigas del alma. Se consolidarán en el poder con una Ley Electoral antidemocrática y atornillando en la judicatura a sus fieles vasallos y vasallas. Restringirán el acceso a la salud reproductiva y a la autonomía de la mujer a su cuerpo, eliminarán los derechos y las protecciones a comunidades vulnerables como la lgbttqi y trans. Cerrarán escuelas y las privatizarán y permitirán la injerencia indebida de la derecha y el fundamentalismo religioso en el currículo escolar. Seguirán reduciendo y eliminando los derechos de la clase trabajadora.

Es claro que nada de lo que han hecho en el pasado y lo que tienen planificado para el futuro es cónsono con “garantizar un Puerto Rico que proteja la familia y nuestros valores tradicionales”. Recordemos las palabras de Jesús “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis…” (Mateo 7. 15-16)

Debe estar claro que este acto no es ni tiene nada de religioso, espiritual o eclesial. No obstante cuantos textos bíblicos se lean u oraciones se hagan seguirá siendo un evento político partidista. Es una forma en que el PNP agradece el apoyo electoral a la derecha y el fundamentalismo religioso. Además, es una forma de amarrarles para que desde un inicio aprueben o al menos no critiquen las políticas neoliberales y fundamentalistas que impondrán. Además de dar la bienvenida a los votantes que regresan del Proyecto Dignidad.

Lo mejor de esta invitación es que tendremos la oportunidad de ver los rostros y cuerpos del liderato religioso que se ha aliado al PNP. También veremos quienes “traicionaron” al Proyecto Dignidad y que a última hora por miedo o conveniencia se sentaron en la silla de los escarnecedores. Lo triste de esto es que veremos que muchos de esos presentes y sus ministerios estarán en la lista de los recipientes de los donativos legislativos en el próximo presupuesto. Pero el pueblo, y el pueblo evangélico en particular, podrá ver quiénes son los que están y han estado dispuestos a “vender su primogenitura por un plato de lentejas”.

Estos pastores y pastoras prefieren a las 99 ovejas en el redil y dan la espalda a la que está perdida. Recordemos que Jesús nos dijo “el buen pastor da su vida por las ovejas…” (Juan 10.11).

Síguenos en Google News:Google News

Lo Último