Un atentado con explosivos en un concurrido restaurante de una zona residencial de Bogotá frecuentado por personal de la embajada de Estados Unidos.
Ese era el plan, de acuerdo a la Fiscalía de Colombia, que tenía el cubano Raúl Gutiérrez, quien fue enviado este jueves a la cárcel Modelo de la capital de Colombia.
El detenido es sospechoso de mantener contactos con personas ligadas a grupos extremistas y, según la evidencia obtenida por la justicia colombiana, estaría comprometido con el islamismo radical.
Fue localizado después de que el Buró Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI, por su sigla en inglés) y la Guardia Civil de España alertaron a los organismos de seguridad del país.
Su captura se produjo el lunes, un día antes de la supuesta fecha del ataque.
Lo que se sabe del cubano
Gutiérrez, de 46 años, fue interceptado por agentes de policía en la ciudad de Pereira (oeste) y trasladado a Bogotá, donde actualmente guarda detención.
El director de la Policía Nacional, Jorge Nieto, en un contacto con medios este jueves, informó que en el allanamiento a su casa se encontraron "dispositivos" en los que se realizaron comunicaciones "que dan a entender que se puede llevar una acción terrorista y conexiones con grupos extremistas internacionales".
Una vez verificada su identidad se conoció que Gutiérrez fue expulsado de Colombia en dos oportunidades, en 2015 y 2017.
En ambas oportunidades, al igual que en esta, ingresó al país de manera ilegal.
Se sospecha que entró a territorio colombiano al igual que otros cientos de cubanos que en los anteriores años pasaron por el país en su intento por llegar a Estados Unidos.
La policía coordina con entidades internacionales si hay más evidencia sobre sus vínculos con el islamismo radical.
Entre las hipótesis que se manejan sobre el accionar de Gutiérrez están posibles problemas mentales o que fuera reclutado por internet.
No hay indicios de que tuviese cómplices en Colombia.
El cubano será procesado en la justicia colombiana por los cargos de concierto para delinquir y terrorismo.
El celular fue la clave
El teléfono móvil de Raúl Gutiérrez es la clave en todo el caso.
No solo es el dispositivo en el que se encuentra la evidencia de los presuntos planes del acusado. También fue el medio a través del cual las autoridades detectaron y localizaron al cubano.
La Guardia Civil española detectó conexiones a sitios web frecuentados por yihadistas hechas desde Pereira y por ello alertó a la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin).
Esas conexiones, de acuerdo a lo explicado por los fiscales investigadores, se hacían desde el celular de Gutiérrez.
La Fiscalía, de acuerdo al diario El Tiempo, interceptó su teléfono y grabó conversaciones en las que hablaba de la elaboración de explosivos y de un atentado en Colombia, y la posibilidad de otro en Estados Unidos.
El móvil del cubano también fue vital para que la policía lograra dar con su paradero y realizar el operativo de captura.
Fueron incautados el teléfono del acusado, una computadora y documentos.Sin embargo no se hallaron indicios de ningún tipo de explosivo.
Las evidencias
En una de las conversaciones interceptadas realizada el 2 de marzo del 2018, Gutiérrez habló con alguien en el exterior al que le dijo que Alá "lo iba a recibir en el paraíso".
Según la Fiscalía, las comunicaciones señalan que tenía planeado utilizar una mochila con explosivos en un restaurante frecuentado por funcionarios de la embajada estadounidense en Colombia.
"Tengo toda la inteligencia hecha a un restaurante de perros gringos que trabajan en la embajada", habría dicho el cubano de acuerdo a la evidencia obtenida.
Gutiérrez señala, según las pruebas, que ya contaba con dinamita y explosivos tipo C4.
También se encontraron comunicaciones recibidas por el acusado en las que se le instruye cómo preparar el atentado usando una mochila, una olla, explosivos, clavos y tuercas.
Algunas de estas conversaciones, según la justicia colombiana, fueron realizadas por escrito a través del sistema de mensajería móvil Telegram.
Se sabe que esta aplicación de uso masivo en todo el mundo es usada por los yihadistas en Medio Oriente y otros países.
Caso aislado
Las autoridades señalaron que no hay mayores indicios de la presencia del extremismo islamista en Colombia.
El general Nieto, por su parte, calificó el caso de Gutiérrez como un episodio aislado.
"Este es un hecho muy puntual, concreto, no es una cuestión masiva", indicó.
De todas formas, el director de la Policía Nacional aseguró que las fuerzas de seguridad del país coordinan con agencias de todo el mundo para anticiparse a posibles atentados.
"Todas nuestras capacidades están puestas para contrarrestar hechos de esta magnitud", concluyó la autoridad.
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