Estamos en el pico de la temporada de huracanes, que promete traer, además de mucha lluvia, un verdadero espectáculo de truenos, relámpagos y rayos. Pero… ¿cuál es cuál? ¿En qué se diferencian? Pues bien, empecemos con el RAYO, que se define como “una chispa eléctrica de gran intensidad producida por descarga entre dos nubes o entre una nube y la tierra”. El rayo es muy fugaz. El RELÁMPAGO, en cambio, se refiere a la luz que observamos durante una tormenta eléctrica. A diferencia de los rayos, los relámpagos nunca tocan tierra. De ahí que a usted lo pueda partir un rayo pero nunca, un relámpago. El TRUENO, ahhh, ese es el estruendoso rugir que ocurre a la misma vez que el rayo y el relámpago. Como si fuera poco, sucede que el rayo y el relámpago que vemos, al ser luz, viaja más rápido que el sonido, y por eso, lamentablemente, usted pasa un doble susto pues escucha el trueno unos segundos después de haber percibido el rayo. Y todo esto me recuerda el chiste monguísimo de Pepito cuando le pregunta a su maestra:
-¿Mestra, por qué todos los tontos sonríen cuando hay un relámpago?
Y la Maestra muy seria le responde:
– Pepito, ¡por favor! para salir bien en la foto.