El 20 de septiembre de 2017 quedó marcado en las memorias de cientos de miles de puertorriqueños para el resto de sus vidas como un día trágico, ocasionado por el golpe del huracán más potente que se ha experimentado en años.
La devastación que trajo consigo dejó como secuelas aumentos de casos de estrés, depresión, ansiedad y hasta suicidios.
Cuando se cumple la primera vuelta al sol de aquel fatídico momento, si bien para algunos trae aires de esperanza, para otros representa volver a revivir esa tragedia, lo que levanta grandes preocupaciones entre los expertos en salud mental.
Varios profesionales consultados por Metro advierten que doce meses tras un acontecimiento catastrófico es la temporada pico en que comienzan a crecer los casos de trastorno de estrés postraumático (PTSD, siglas en inglés), así como del síndrome de aniversario; este último que se experimenta para la fecha en que ocurrió el evento adverso.
“A nivel clínico hemos empezado a ver, desde el verano para acá, más personas que nos están llegando buscando ayuda por estos síntomas de estrés postraumáticos relacionados directamente al huracán, pero esto es la sintomatología más severa”, expresó la directora del Centro para el Estudio y Tratamiento del Miedo y la Ansiedad (CETMA), Karen Martínez. Aclaró que no existen muchos datos sobre el estado de la salud mental de los boricuas, ya que ahora es que se están comenzando a concretar las investigaciones. Sin embargo, precisó que por el momento hay muchos casos de depresión mayor y de trastornos de uso de sustancias.
“El momento crítico en que se empiezan a ver las manifestaciones de trastorno de estrés postraumático es de doce a 18 meses después del desastre, así que desgraciadamente estamos ahora entrando al momento que entendemos que más casos se van a empezar a ver”, argumentó la profesional de la salud. Reconoció que le tomó más tiempo a las personas enfocarse en su salud mental porque “estuvimos mucho tiempo en simplemente resolver nuestras necesidades básicas de tener agua, luz, comida, un techo seguro, y todavía hay muchas personas que están en recuperación”. Entre los síntomas del PTSD están tener sueños relacionados al evento, tener flashbacks y gran incomodidad con los estímulos que le recuerdan el evento.
Por su parte, la jefa de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA), Suzanne Roig, detalló que hasta el momento no han aumentado los casos de PTSD. Explicó que como parte de las iniciativas han cosechado como resultado “que no haya un boom de diagnósticos de PTSD. No lo tenemos, porque a nivel preventivo se atendió a la gente de manera rápida y damos espacios de desahogo para que puedan manejar la crisis con mayor fortaleza”. No obstante, reconoció que el mes de aniversario del huracán genera más factores de riesgo. “Sí tenemos un incremento en trastornos de ansiedad. Esto mismo ocurrió en Katrina, tuvo el mismo resultado y es lo mismo que estamos viendo aquí”, manifestó.
Entretanto, este no es el único padecimiento del que los expertos están alerta, pues Silma Quiñones, miembro de la Asociación de Psicología, explicó que “típicamente se da lo que se llama el síndrome de aniversario, es como un PTSD, la persona empieza a revivir las emociones y el malestar la angustia asociada a un evento traumático aunque ahora no esté pasando nada, aunque ahora se haya restablecido todo”. Abundó que ese síndrome dura varios años tras el evento catastrófico y sus síntomas se presentan para la fecha de aniversario. Puede incluir dificultad para dormir, estrés, ansiedad y un sentimiento profundo de tristeza.
Estudiará PTSD en Puerto Rico
El propulsor del término PTSD, Charles Figley, quien está de visita en Puerto Rico traído por Foundation for Puerto Rico, sostuvo que buscará estudiar y evaluar el estado de los puertorriqueños a un año del huracán y cómo se están los servicios de salud mental en la isla luego de un desastre natural.
“No es solo proveer la especialidad y conocimiento, es para mí entender su historia”, estableció el director del Instituto de Traumatología de la Universidad de Tulane, que ha estado participando de diversas actividades junto a líderes comunitarios y de la academia para entender los desafíos psicosociales comunes que se pueden manifestar en el primer aniversario de María. El profesor aseguró que con la situación de Puerto Rico se puede desarrollar una oportunidad de aprendizaje, no solo para la isla sino para las investigaciones alrededor del mundo. “Mucha gente que tiene PTSD no han sido diagnosticados y se recuperan”, dijo Figley, quien durante su carrera ha estudiado alrededor de 35 eventos traumáticos. Atribuyó la recuperación a que el PTSD es un asunto de salud pública y que las personas pueden recibir tratamiento “no solo de psiquiatras y psicólogos, sino de la fe, clubes, amigos, actividades comunitarias”. En ese sentido señala que Puerto Rico tiene una gran oportunidad de sobrepasar el trauma, ya que los boricuas tienen un espíritu alegre, es decir, de festejo.
Aumentan los casos de suicidio
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Pública (DSP), se refleja un incremento de 20 % de suicidios al cierre de 2017, cuando se compara con 2016. Los meses inmediatos al huracán presentaron aumentos; en septiembre hubo 28 casos (en 2016 fueron 19), en octubre 22 (en 2016, 18), noviembre 26 (en 2016, 12) y diciembre 20 (en 2016, 14).
Sin embargo, quedan en discusión los intentos suicidas, ya que en Puerto Rico no se recoge una cifra oficial que permita conocer si en efecto hubo un aumento en esto.
Para la administradora de ASSMCA, la cifra no responde directamente al paso del temporal. “El tema del suicidio es uno que no relacionamos de ninguna manera con el huracán, ya desde el verano habíamos hecho una proyección de que el año iba a concluir con una cantidad mayor de suicidios de lo que había ocurrido en 2016, por eso desde mucho antes del huracán teníamos iniciativas dirigidas a la prevención”, expuso Roig. Resaltó que integraron una campaña especializada en hombres adultos ya que es la población en riesgo a suicidio.
Contrario a la posición de la funcionaria, psicólogas consultadas por Metro plantearon que los suicidios “tienen algo que ver” con el ciclón. La directora del CETMA explicó que tomando como partida el desastre de Katrina, cuya población es “lo más parecido a Puerto Rico en términos de estresores psicosociales, nivel de pobreza”.
“El ambiente justo después del desastre es una impresión tan grande que personas que ya tienen factores de riesgo para el suicidio, esto se convierte en la gota que colmó la copa”, detalló Martínez.
Mientras, la psicóloga de la Asociación expuso que “sospecharía que algo tuvo que ver” el aumento de suicidios con el huracán. Señaló que son más vulnerables aquellos que están enfrentando múltiples problemas o tienen una condición de salud mental preexistente.
Sobre 500 llamadas en ASSMCA a un año del huracán
Pese a que poco después del huracán María se llegaron a reportar alrededor de 800 llamadas diarias a la línea PAS de ayuda en momentos de crisis emocionales, doce meses después las llamadas aún alcanzan las 500 a 600 diarias.
“En aquel momento las llamadas alcanzaban las 800 llamadas diarias, ya en este momento las llamadas diarias están alrededor de los 500, 600, seguimos promoviendo el uso de la línea PAS porque esa línea es mucho más que prevención de suicidio”, explicó Roig. Abundó que pese a que aumentaron las llamadas tras el huracán, las que tenían que ver con intención suicida se mantuvieron en 30 %.
Roig recordó las 24 iniciativas que implementaron tras el huracán, de las cuales algunas de ellas continúan activas. También precisó que redirigieron algunos esfuerzos para los casos que se espera surjan como parte del aniversario de María.
Si usted es o conoce a alguna persona con depresión o pensamientos suicidas llame a la línea PAS 1-800-981-0023. Para procurar por servicios del CETMA puede llame a 787-758-2525 ext. 3431.
