NACIONES UNIDAS — El vicepresidente estadounidense Mike Pence pidió el miércoles a las Naciones Unidas que reconozca a Juan Guaidó como el legítimo presidente de Venezuela y aseguró que Estados Unidos seguirá presionando al país sudamericano para lograr una transición a la democracia, aunque “todas las opciones siguen sobre la mesa”.
“Este Consejo de Seguridad se ha negado a actuar”, dijo Pence durante una reunión del consejo. “Es hora ya de que las Naciones Unidas actúen y de que el mundo apoye al pueblo de Venezuela”, agregó.
El vicepresidente destacó además que la ONU debería revocar las credenciales del embajador venezolano ante el organismo, Samuel Moncada.
“Con todo el respeto usted no debería estar aquí”, le dijo Pence a Moncada, quien estaba presente en la sala. “Debería usted regresar a Venezuela y decirle a (el presidente Nicolás) Maduro que se vaya”.
La reunión del Consejo de Seguridad para hablar de la crisis humanitaria en Venezuela fue convocada por Estados Unidos. Es el tercer encuentro que el Consejo realiza sobre el país sudamericano tras una primera reunión organizada en enero y otra en febrero.
Te podría interesar:
- Rosselló firma orden ejecutiva para conceder Jueves Santo como día feriado
- Candidata a Miss USA 2019 causa sensación por gran parecido a Barbie
- Sobrino no hubiese dado aval para que Keleher hiciera negocios en Puerto Rico
Moncada criticó con dureza la amenaza estadounidense y dijo que se está cultivando “una invasión”.
“¿Sobre qué base legal puede un país venir aquí a amenazar a otro en esta mesa?”, preguntó Moncada. “¿Por qué no hay un pronunciamiento del Consejo de Seguridad sobre esto?”
El embajador dijo que el sufrimiento que existe en Venezuela se debe al estrangulamiento del país provocado por Estados Unidos y el Reino Unido.
“Se trata de un gigantesco experimento inhumano de guerra no convencional”, dijo Moncada, quien destacó que esa estrategia sirve para justificar el pillaje y el saqueo e imponer un gobierno subordinado, señaló en referencia a Guaidó.
El embajador destacó que la única forma de ayudar a Venezuela es devolver al país el dinero que se le ha robado, cesar las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y cesar las amenazas estadounidenses de intervención militar.
Venezuela enfrenta una crisis humanitaria debido a una economía en colapso. Estados Unidos y más de 50 naciones occidentales y latinoamericanas respaldan a Guaidó, mientras que China, Rusia y otros apoyan a Maduro.
El miércoles Pence destacó en su discurso que Estados Unidos está circulando una resolución para que el Consejo reconozca a Guaidó como el legítimo líder del país y pidió a sus miembros que voten a favor del documento. También dijo que el miércoles Estados Unidos anunció 60 millones de dólares adicionales en asistencia humanitaria para Venezuela.
El vicepresidente estadounidense señaló que los recién nacidos mueren en el país sudamericano debido a carencia de cuidados básicos y los niños mueren de hambre “bajo la mano opresora” de Maduro.
“Los ladrones en Venezuela no roban bancos. Roban restaurantes para lograr comida”, dijo.
También criticó a países como Rusia e Irán, aliados de Venezuela, y destacó que el ejército cubano entrena y apoya a la policía secreta venezolana, mientras Estados Unidos se esfuerza en enviar ayuda humanitaria para los venezolanos que la necesitan.
Cuando periodistas presionaron a Pence tras su discurso para que explicara cómo son de realistas sus declaraciones al decir que “todas las opciones están sobre la mesa”, el vicepresidente respondió que esa frase “no es más ni menos verdadera hoy que cuando el presidente Donald Trump la dijo por primera vez en 2017”.
“El presidente Trump ha dejado claro desde el inicio de su administración que estamos totalmente comprometidos a ver la democracia y la libertad restauradas en Venezuela”, indicó.
En febrero el Consejo de Seguridad demostró su estancamiento respecto de Venezuela.
Primero, Rusia y China vetaron una resolución estadounidense que pedía elecciones libres y justas en Venezuela e ingreso de la ayuda humanitaria. Después una resolución rusa pidiendo que se respete la soberanía de Venezuela y que no se interfiera en sus asuntos internos no obtuvo los suficientes votos en el Consejo para ser aprobada.
Mark Lowcock, subsecretario general de Asuntos Humanitarios y coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, dijo al inicio de la reunión del miércoles que siete millones de personas en Venezuela necesitan asistencia humanitaria, lo que representa un 25% de la población. Señaló que hay gente necesitada en todo el país, pero sobre todo en el sur y los estados de Zulia y Lara en el oeste. Los más vulnerables son las mujeres embarazadas, las que amamantan, gente con problemas crónicos de salud, niños menores de cinco años, indígenas y gente con discapacidades, dijo Lowcock.
El funcionario pidió más apoyo y más dinero para ampliar programas humanitarios en el país y también pidió que se despolitice el asunto de la ayuda humanitaria.
“La asistencia debe ser entregada basándose tan sólo en la necesidad que existe”, dijo.
En tanto, la organización Human Rights Watch e investigadores de la escuela Bloomberg de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins pidieron el miércoles a los miembros del Consejo de Seguridad que exhorten al secretario general de las Naciones Unidas Antonio Guterres a declarar formalmente la situación de Venezuela como de emergencia humanitaria. Según ambas organizaciones la situación en el país “es tan seria” que requiere una rápida movilización de recursos por parte de la comunidad internacional con el objetivo de aliviar el sufrimiento del pueblo venezolano.
El embajador de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti, dijo a los medios de comunicación antes de la reunión que Estados Unidos está “organizando un golpe de Estado” en Venezuela. “Nos oponemos a la politización de la ayuda humanitaria”, destacó.