Agentes adscritos a la División de Drogas de Mayagüez diligenciaron una orden de allanamiento y un registro de vehículo que culminó con la ocupación de drogas y el arresto de cuatro personas que supuestamente controlan el punto de drogas del residencial Francisco Figueroa de Añasco.
Dichas órdenes fueron autorizadas por el fiscal Gerardo Martínez y expedidas por el juez Ángel M. López Irizarry del Tribunal de Mayagüez y estaban dirigidas a una residencia y a un vehículo de motor ubicados en la carretera PR-402 interior del Barrio Marías, sector el Salto en Añasco.
Las autoridades detallaron que allí ocuparon 18 bolsas de cocaína, 43 decks de heroína, 67 bolsas de crack, una bolsa de marihuana y 244 dólares en efectivo. Dentro de un Mitsubishi Mirage de 1996, ocuparon cuatro bolsas de marihuana y 36 dólares en efectivo.
La Uniformada detalló que en otro registro consentido contra un Toyota Corolla de 1996, se ocuparon 10 bolsas de cocaína, 51 bolsas de crack, 31 decks de heroína y 60 dólares en efectivo.
De acuerdo con el informe de novedades, en la residencia fueron arrestados Cristian Josué Medero Barbosa, de 19 años, residente de Añasco y con expediente criminal; Michael Ángelo Méndez Ramos, de 20 años, residente de Aguadilla y Milagros Pérez Rivera, de 24 años, residente de Añasco.
Las autoridades indicaron que también intervinieron con una menor de 15 años, que estaba en la residencia.
Estos individuos controlan las operaciones del punto de drogas del residencial Francisco Figueroa de Añasco, donde ocurrió un asesinato el pasado 5 de agosto, según indicó la Policía.
El Departamento de la Familia (DF) fue notificado en relación a un menor de tres años que se encontraba en la residencia en el momento del operativo.
Los casos fueron consultados con la fiscal Odemaris De Jesús, quien ordenó someter cargos criminales contra los detenidos el martes. Éstos quedaron bajo custodia de la Policía. El caso de la menor será consultado con el Procurador de Menores.
El operativo, que es parte del plan anticrimen de Mayagüez, estuvo dirigido por el sargento Luis Aponte y fue supervisado por el sargento Jesús Rodríguez. La investigación está a cargo del agente Wenceslao Padilla y el diligenciamiento de las órdenes estuvo a cargo del agente Ariel Valentín, todos adscritos a la División Drogas y Narcóticos de Mayagüez.
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