El exalcalde y presidente local del Partido Nuevo Progresista (PNP) en Lares, Roberto Pagán Centeno, hizo caso omiso a la advertencia del secretario general, Rafael “June” Rivera donde desautoriza la asamblea pautada para la tarde de hoy, viernes, cuyo asunto en agenda fue llenar la vacante de alcalde en este municipio. Con 7 votos a favor y 1 en contra, la mayoría de los delegados acordó que Carlos Pagán Crespo, hijo del exalcalde, fuese el nuevo alcalde de la Ciudad del Grito.
Rivera Ortega, secretario general del PNP, mediante un comunicado presentado el día de ayer, jueves, expresó: “estamos desautorizando el propósito de dicha reunión. El candidato-refiriéndose a Pagán Crespo- se sometió a este proceso conforme a la Ley y el Reglamento del partido, por tanto, hasta que no culmine el mismo no procede que se convoque a una asamblea de delegados para seleccionar al nuevo alcalde”.
El proceso al que se refiere el secretario general del partido es a una reconsideración que solicitó Pagán Crespo, al ser descalificado por endosar al senador Abel Nazario como candidato independiente y violentando el reglamento de este. Esta reunión del directorio sería celebrada este domingo.
“Hoy Lares se convierte en víctima de personas que han preferido aferrarse al poder a toda costa, en lugar de seguir un proceso abierto, transparente y limpio para escoger el sucesor del renunciante alcalde. Han llegado al punto de desatender recomendaciones y dictados de su propio partido con tal de lograr el objetivo de imponer un alcalde de su misma familia. Lo triste es que los que celebran hoy, haberse impuesto a la mala, ha dejado mal parado la legitimidad de su gobierno ante los lareños”, expresó Fabian Arroyo Rodríguez, candidato alcalde por el Partido Popular Democrático (PPD).
Hay que recordar que el pasado 18 de noviembre, el exalcalde Roberto Pagán presentó su renuncia al cargo que llevó por los pasados 15 años y aseguró que sería su hijo nuevo alcalde ya que Dios se lo había dicho.
“No podemos permitir que se interpreten las leyes a conveniencia para mantenerse aferrados al poder. A todo esto, citan estos actos como la “nueva revolución”. Los que no reconocen la historia de la gesta del Grito de Lares, ahora quieren usarla para de manera burda ostentar el poder y querer perpetuar. ¡Basta ya! ¡La gente de Lares se respeta!” añadió Arroyo Rodríguez.