WASHINGTON — Hillary Clinton dice que “a nadie le gusta” su antiguo rival por la candidatura presidencial demócrata Bernie Sanders, a pesar de que el senador por Vermont sigue siendo uno de los principales favoritos en la contienda demócrata, y cuando faltan menos de dos semanas para la asamblea partidaria de Iowa.
En una entrevista con “The Hollywood Reporter” publicada el martes, se le preguntó a Clinton sobre un comentario que hizo en un documental próximo a estrenarse, en el que dice que Sanders estuvo “en el Congreso durante años” pero que “a nadie le gusta, nadie quiere trabajar con él, no ha hecho nada”.
Clinton respondió que las críticas hacia Sanders se mantienen y se negó a decir si ella lo apoyaría en esta ocasión si él gana la nominación del partido, añadiendo: “No es sólo él, es la cultura que lo rodea. Es su equipo de liderazgo. Son sus partidarios prominentes”.
A pedido de una reacción, el equipo de campaña de Sanders declinó inicialmente hacer comentarios el martes. Sin embargo, el senador emitió luego una declaración que se abstuvo de hablar de lo dicho por Clinton.
“Mi enfoque en la actualidad está en un momento monumental en la historia de Estados Unidos: el juicio político a Donald Trump”, dijo, haciendo referencia al proceso sobre el mandatario, que comenzó en el Senado. “Juntos, avanzaremos y venceremos al presidente más peligroso de la historia de Estados Unidos”.
Los comentarios de Clinton podrían alentar a los partidarios de Sanders, que han creído que el establishment demócrata manipuló las primarias de 2016 a favor de ella. Eso podría ser especialmente útil con las asambleas de Iowa que se avecinan el 3 de febrero. Muchas encuestas muestran a Sanders entre los favoritos, junto al ex vicepresidente Joe Biden, la senadora por Massachusetts Elizabeth Warren y Pete Buttigieg, exalcalde de South Bend, Indiana.
Clinton también culpó a los partidarios de Sanders de fomentar una cultura de sexismo en la política, un señalamiento que es especialmente delicado ahora, dado que Warren, el principal rival progresista de Sanders en la contienda de este año, lo acusó de insinuar que una mujer no podría ganar la Casa Blanca, durante una reunión privada entre ambos en 2018.