Algunos estados de Estados Unidos han exigido el retorno físico a los lugares de trabajo, dejando a algunos padres sin saber qué hacer con hijos pequeños que todavía no pueden ir a la escuela.
Ante el regreso a clases en algunos estados, muchos padres se encuentran en el dilema de cómo balancear sus trabajos con el cuidado de hijos que son muy pequeños para ir al colegio, en una situación en que el coronavirus ha matado a 155.000 personas en el país y va resurgiendo en algunas regiones.
En Baton Rouge, Luisiana, Shannon Dunn ahora tiene que regresar a su trabajo como jefa de la cafetería de una escuela, pero tiene una hijita que está kindergarten y recibirá instrucciones sólo por internet.
“Todos en mi familia trabajan, así que no puedo dejarla con alguien y decirle ‘al mediodía tienes que estar con ella frente a la computadora para su escuela’”, expresó Dunn.
En Georgia, Luisiana, Mississippi y Tennessee las autoridades han llamado a una reapertura de los planteles escolares esta semana.
En Hawaii la reapertura iba a ocurrir el martes, pero el sindicato de maestros presionó para que la fecha sea postergada hasta el 17 de agosto.
La mayoría de las escuelas allí están experimentando con un mecanismo híbrido, en el que los alumnos a veces tendrán clases en persona y a veces a distancia. En otras escuelas, habrá clases presenciales normales sólo para los grados más bajos y muy pocas reabrirán plenamente con clases presenciales.
Muchos distritos escolares en Estados Unidos ofrecieron a los padres la opción de tener algunas clases físicas. Pero el resurgimiento del COVID-19 en muchos estados llevó a muchos planteles a cancelar esa idea al menos para el inicio del año escolar, como ocurrió en Los Ángeles, Filadelfia y Washington.