La ciudad de Perth inició un confinamiento de cinco días luego de detectar el primer caso de COVID-19 en la capital de Australia Occidental en casi 10 meses.
La ciudad de dos millones de habitantes y poblados costeros al sur fueron puestos en confinamiento desde la noche del domingo a la noche del viernes.
La medida se da después de que un guardia de seguridad que trabajaba en un hotel para cuarentenas en Perth contrajo la variante británica del virus que es más contagiosa. Los viajeros del extranjero que llegan a Perth deben cumplir una cuarentena en hoteles durante 14 días.
El último caso previo de alguien contagiado de COVID-19 en Australia Occidental se registró el 11 de abril.
Australia Occidental, el estado más extenso de Australia, se ha mantenido libre del virus por meses al implementar las restricciones fronterizas más severas del país en una estrategia de eliminación. Quienes radican en el estado han vivido algunas de las medidas menos restrictivas de Australia durante la pandemia.
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Las escuelas, que tenían planeado reanudar actividades el lunes, permanecerán cerradas otra semana.
Por su parte, el primer ministro australiano dijo que espera que toda la población del país haya recibido la vacuna contra el COVID-19 de manera gratuita para octubre, pero aún no hay fecha para compartir la vacuna con los vecinos del sur de Asia y las islas del sur del Pacífico.
El mes pasado, Australia aprobó la vacuna de Pfizer y espera iniciar el proceso de vacunación a finales de febrero.
El primer ministro Scott Morrison dijo a National Press Club de Australia que su gobierno ha asegurado 140 millones de dosis de la vacuna, suficientes para abarcar a su población de cerca de 26 millones “hasta varias veces”.
Añadió que la ministra del Exterior, Marise Payne, y el ministro para el Desarrollo Internacional y del Pacífico, Zed Seselja, trabajan con los líderes de países vecinos en desarrollo para compartir las vacunas.