En medio de animales muertos, basura e inseguridad estaría operando actualmente la Sala Municipal de Toa Baja del Tribunal de Primera Instancia.
En entrevista con Metro Puerto Rico, una fuente al interior de las oficinas aseguró que es un “lugar abandonado“, y que la Oficina de Administración de Tribunales (OAT) ha negado las múltiples peticiones para moverlas de lugar.
La Sala Municipal ubica al interior de un “shopping center” de Levittown donde los demás locales están vacíos. “Allí no hay nada, no hay luces, está desierto“, describió la fuente a este medio. “Tenemos una escuela abandonada a un lado, un almacén de muebles cerrado al otro”.
Según dijo, en dos ocasiones se robaron los aires acondicionados y en otro momento, vandalizaron la entrada.
“Como el shopping center está abandonado, los ratones corren por la edificación“, describió. “Están las salas, los escritorios, los archivos, llenos de excremento de ratones”.
Ante las quejas por la situación, la fuente aseguró que desde OAT les dicen “que no nos pueden mover”.
Por su parte, la OAT aseguró a Metro que “no tiene registrada ninguna denuncia formal del personal que labora en el Sala Municipal de Toa Baja en la cual se solicite moverlos a otras instalaciones a raíz de problemas con las condiciones del lugar de trabajo”.
Estos señalaron que la Sala Municipal ubica “en un espacio comercial que le pertenece a un casero privado, a quien la OAT le ha solicitado realizar reparaciones y mantenimiento del edificio, que incluyen arreglar una verja y el reemplazo de un cristal, entre otros”.
La Sala Municipal lleva más de 10 años en dicho lugar.
Al lado, ubica un campo de pelota que también se encuentra abandonado y que, según la fuente, estarían usando de vertedero. Su petición es que “nos muevan de aquí a un sitio donde haya seguridad”.
Incluso, aseguró que ante el abandono, se ven obligados a llamar a un guardia de seguridad para que escolte a los empleados al terminar su jornada laboral.
Sobre esto, OAT expresó que “durante horas laborables, el Tribunal cuenta con alguaciles asignados para proveer seguridad, así como también cuenta con los servicios de una compañía privada que provee apoyo. No se han reportado incidentes que hayan puesto en riesgo la seguridad de los funcionarios y de las personas que solicitan los servicios del Tribunal”.
En la Sala Municipal actualmente todos los empleados están trabajando de manera presencial.
“Es un edificio feo, tiene problemas de filtraciones también (…) Desde (el huracán) María en adelante se puso peor“, agregó la fuente al interior de las oficinas.
A la Sala llegan de lunes a viernes cientos de ciudadanos relacionados a toda clase de leyes municipales como Ley 54 o casos de menores y envejecientes.
“Los baños a cada rato se dañan o se llenan de agua, hay que estar llamando al casero de emergencia”, agregó al apuntar que este no se interesa por el bienestar de la infraestructura. “Nos dejaron sin seguridad”, concluyó.
Por su parte, la OAT aseguró que investigará las denuncias “con la rigurosidad que lo amerita”.